22

3.7K 296 206
                                    


CONTRATO

+ Thomas Wilson +

Sin poder evitarlo, la imagen de Jess delante de mi sin ningún tipo de tela cubriendo su hermoso cuerpo viene a mí.

Todo en ella es inexplicable. Ella es... perfectamente inexplicable.

El frío viento erizando su piel, su pelo castaño moviéndose por las ráfagas de aire, sus ojos brillando por la intensidad del momento, de fondo las estrellas, sus labios en los míos, los míos besando  todo su cuerpo...

«—Esta en...

Ella me sonrió con picardía y diversión mientras me interrumpía.

—Espera, déjame adivinar. Lo tienes dentro de tu cartera.»

Y sí, tenía un par dentro de mi cartera. Un par que utilizamos, y que si por razones de la vida a mi antiguo yo le hubiera gustado imaginar las veces que podríamos haberlo hecho en una noche, habría guardado un par más.

Me rio nasalmente y desvió mi vista a la persona que tengo delante cruzado de brazos y mirándome enfado.

—¿Que esperas?—me pregunto Richard, mi padre—Ya lo has leído, ¿no?. Firma.

Miro el montón de papeles que tengo delante de mis narices y pienso. Prácticas en verano. Contrato de trabajo en septiembre por tres años... Reuniones con el consejo, viajes constantemente y papeleo a todas horas.

Y de la nada una chica de pelo castaño y pecosa me cruza la mente. Tres años separado de ella... con posibles viajes para visitarla de vez en cuando. Relación a distancia basada en mensajes y llamadas. Cero contacto físico por semanas, que digo, por meses. Luego, poca comunicación y por último rompemos.

Un suspiro sale de mi boca.

No puedo hacerle esto, no puedo alejarme de ella. En mi cabeza no hay ni un lugar donde ella no esté conmigo, junto a mi, sin separaciones.

—No.—digo por enésima vez—No quiero, ya que lo dije.

Mi padre pega un fuerte y sonoro puño a la mesa.

—Maldita sea, Thomas.

Pongo los ojos en blanco sin poder aguantar su arrebato de enfado.

—Ya te lo dije, no quiero ser como tú, no quiero trabajar en lo que tú trabajas, no quiero dejar mi casa, mi equipo de natación, mis amigos, mi vid...

—Tu novia—dice con un atisbo de arrogancia, interrumpiendo.

Lo que sea, no quiero.

—¿Ahora me vas a decir que no puede vivir sin ella?—suelta una risa amarga—El amor es algo colateral y pasajero, Thomas. Dentro de un año, como mucho vendrán los problemas, y dame las gracias porque te lo estoy evitando.

En mi cabeza la palabra "no" retumba constantemente.

—Es una herencia familiar.—repite por décima vez—Y se te veía muy entusiasmado por eso—me reclama.

ÉL Y YO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora