6

4.8K 420 94
                                    


LA CHARLA

• Jessica Allen •

Me siento eufórica, ese beso ha sido ¡Sorprendente!
¡Único! ¡Nuestro!

Saludo rápidamente a los padres de Alison y evito sus miradas despectivas mientras subo las escaleras. Por el camino me encuentro con Caleb—el hermano mayor de Ali—lo saludo con un abrazo y le dedico una sonrisa de oreja a oreja, dejándome ver su cara de sorpresa.

—¿Se nota tanto?—le pregunto.

—¿Qué? ¿La cara de atontada que llevas?—lo piensa un momento—Si, mucho... NO. ¡Demasiado!—casi pega un grito de sorpresa y confusión—Tú nunca te ves tan... así... ¿Feliz? ¿Emocionada?

Tiene razón, pero...

—No exageres, Caleb.

—¿Pero te has visto en el espejo?—me señala la cara y después mi cuerpo.

De lo encantada que estoy no me había acordado de mi vestimenta. Disimulo un poco con una sonrisa de vergüenza y me dirijo a la habitación de mi mejor amiga.

No toco la puerta, solo entro y veo a la chica de ojos azules acostada en su cama mirando el teléfono.
Está pálida y no tiene un buen aspecto, de inmediato salta de su cama al verme y me abraza tan fuerte, sin dejarme respirar.

—¡Menos mal que esta bien!, estaba preocupada, lo siento. Tenia que haberte acompañado al baño. Pensé que te había pasado algo,—sus ojos se humedecen—en la fiesta perdí mi teléfono y el de Paul estaba muerto, me acompaño a buscarlo, pero fue un fracaso, y por cierto ¿Dónde pasaste la noche? Fui a tu casa pero...

Alison estaba tan alterada que le rodeé la cara con mis manos, la miré a los ojos y pude ver en ella la confusión, y entonces le hablé.

—Di me pimer beso.

Su cara de confusión total hizo que se formara una pequeña sonrisa en mi me rostro.

—¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?
¡¿Con quién?!—abre aún más los ojos con la sorpresa y confusión plasmada en la cara.

—Es una larga historia. Muy larga.

—Tengo todo el día, no hay problema—Me agarra del brazo y nos dirigimos a su cama, nos sentamos y yo solo puedo ver la cara de mi mejor amiga entusiasmada y expectante.

—Bien. Pues... había bebido mucho y vomité, y como me manché el vestido fui al baño—Ella asintió con la cabeza.

—De eso me acuerdo—se rio

—No es gracioso, Alison.

—Te iba a seguir hasta el baño pero había mucha gente—me dice—Y en ese momento, no. Fue asqueroso. Pero ahora que lo recuerdo sí que es gracioso.

—Bien. Entonces iba a volver a la fiesta pero ¿te acuerdas de... Mónica?—puso mala cara de inmediato y asintió—Ella empezó a hablarme de mamá... me dijo que yo ocasione el accidente...—Me interrumpe diciendo maldiciones por lo bajo...—No tuvo ni un poco de empatía. Se marchó y yo... estuve apunto de tener un ataque de ansiedad...

Le conté lo que pasó después, su cara de angustia era demasiado notable. Hace un año que no tenía uno de esos ataques, y que resurgiran no era para nada bueno.

En el momento que mencione el nombre del semidiós, su cara de angustia se convirtió en una de... ¿sorpresa?

—Pero... ¿Te contestó?—parecía sorprendida—A ver... me sorprende porque él nunca suele contestarle a nadie, muy pocas veces le contesta a Paul. Nunca entenderé su relación de mejores amigos—resopla.

Me reí por lo bajo y asentí.

—Después me llevo a su casa ¿Sabias que vive solo? Yo pensaba que vivía con sus padres...

Y le conté el resto. Le describí su habitación, le dije que tiene una súper cama y que es comodisima. Ali estaba en shock cuando le conté que Thomas me había visto desnuda, su reacción había sido insultarlo por ser un maldito pervertido.

En conclusión: exagerada.

Pero lo que más me emocionó fue verla alegre por mi, estaba feliz de verme feliz. Aunque Thom no fuera su persona favorita.

También le hable de los cereales—muy buenos por cierto—Y que tiene un perrito llamado Thor. Le hablé a Alison de él durante cinco minutos, sobre lo adorable que es y de las mini vueltas súper graciosas que hace.

En el momento que le conté que yo le había hablado a Thomas un poco sobre el accidente de mi madre, ella no pudo evitar darme un abrazo y preguntarme si me arrepentía de habérselo dicho, ya que es un tema del cual no suelo hablar nunca. Y la verdad es que no. Posiblemente es porque estaba ebria, pero el supo escuchar y mostrar un poco de interés.

—Nos acercamos poco a poco y yo... no aguante más y le di un beso. El cual fue penoso y lamentablemente—no pude evitar reírme.

—El mío también, bienvenida al club—se ríe mi mejor amiga.

—Y hoy pues... nos levantamos, y debo admitir que estaba demasiado nerviosa, pero no sé si vomité por eso, o por la resaca. Desayunamos, jugué con Thor y lo tuve que acompañar a su entrenamiento, y con esta misma ropa,—dije indignada—Seguramente no quiso dejarme en su casa porque era una desconocida.

—Pero que idiota.—suspira—ha dejado a otras chicas en su casa...

Vale, entonces...

—Me estas diciendo que me llevó a su entrenamiento con esta vestimenta para...

—Para molestarte, tal vez—dice con obviedad.

Estúpido.

—Después de eso me trajo aquí y me robó un beso—dije finalmente

—¡¿Te robó un beso?!—dijo casi gritando. Emocionada.

—Sí, fue alucinante, este beso fue más... normal, aceptable. 

Ella sonríe asimilando la situación. Pero de un momento a otro me mira con comprensión.

—Jess...—dice dudando—Me alegro mucho por ti, de verdad lo hago.—ríe—Pero... Thomas no es un chico de una sola chica.

—Sí, eso veo.

—Solo... no creo que sea el chico que te merezcas. No te ilusiones tan rápido.—toma mis manos suavemente.

—Ey, tranquila. Siendo sincera no creo que me vuelva hablar. Doy vergüenza ajena después de lo de ayer.

Nos empezamos a reír.

—Ali, ¿Por qué te cae mal Thom?

—No me cae mal, solo... no me agrada su personalidad.

—Osea, sí te cae mal—Confirmo por ella.

—Bueno, sí.

Entonces Ali me comentó sobre una "pequeña" pelea que tuvieron Caleb y Thom hace varios meses... pero no profundizó sobre el tema.

Después vimos The Perks of Being a Wallflower. Y Unas cuantas horas después pude ir a mi casa ya que papá había llegado de su viaje de negocios. De inmediato me duché, cenamos juntos y vimos una de sus películas favoritas: Rocky ll

Al acabar nos despedimos con un beso y abrazo finalizando la demostración de afecto.

—Buenas noches, Teniente—dice.

—Buenas noches, Capitán—respondo.

Papá y yo tenemos una relación muy buena, bromeamos con los rangos militares porque así lo hacía con mi abuelo. Adoptamos la costumbre desde que era pequeña y al día de hoy lo seguimos haciendo.

Entro en la habitación y veo a Thomas súper tranquilo tumbado en mi cama mirando uno de mis libros.

—Pero...¿Qué haces aquí?—pregunto
sorprendida y susurrando.

~•~••~••~•~
VOTEN y COMENTEN.
Gracias por leer :)
~•~••~••~•~

ÉL Y YO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora