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『 ↳✧･ﾟ 𝐘𝐄𝐎𝐍𝐉𝐔𝐍 ; 』

Hoy vendrían los padres de Yeonjun y el a la casa. Sus padres y los míos se llevan bien, y yo también me llevo bien con Yeonjun. Para ser honesta, siempre ha habido una tensión entre nosotros, su personalidad es muy tierna aunque también suele ser muy coqueto. Siempre solía tomar mi mano bajo la mesa y sacar excusas tontas para estar cerca de mi. Y no me molestaba, al contrario, me gustaba. Yeonjun era bastante atractivo y siempre le veías bien vestido. Siempre fue lindo y amable conmigo y yo con él. No quería llegar a decir que me gustaba, porque el estaba en la universidad con otros planes y apenas nos veíamos. Era un poco obvio que no había oportunidad de pasar a algo serio con él.

Me quise arreglar, me hice rulos en el cabello aunque me costaron una hora completa. Me puse el vestido que acababa de comprar y unos tenis. Justo después de que haya acabado, sonó el timbre. Mierda.

Desde arriba pude escuchar como mi madre saludaba animada y las voces de los visitantes eran exaltadas. No tarde en escuchar a mi padre, ni tampoco una risa de Yeonjun.

- ¡____! ¡Baja ahora!

Joder.

Baje corriendo las escaleras para toparme con los invitados de frente.

- ¡____! Ya creciste muchísimo, que linda te ves. - me dijo la señora Choi abrazándome.

Salude al padre de Yeonjun con un apretón de manos y me dirigí a Yeonjun. Me acerqué a él para darle un abrazo. El me tomo de la cintura y me abrazo sobándome la espalda.

- Hola, bonita. - susurró en mi oído haciéndome tener escalofríos.

Mire a sus padres pero estaban distraídos platicando con los míos.

- Hey, ¿como has estado? - pregunto.

Lo mire de pies a cabeza, era más alto de lo que recordaba, tenía el cabello café y una sonrisa en su cara. Sus manos aún sostenían mi cintura  y estaba realmente cerca.

- Bastante bien. ¿Tu?
- Creo que bien. - me dijo soltándome.
- ¿Has descansado del tinte?

Se hecho a reír porque sabía que siempre le molestaba con que algún día se quedaría calvo de tanto tiñarse el pelo.

- Sip, no se si dure mucho. - dijo poniendo la lengua por adentro de su mejilla.
- Ya...

Mira a otro lado y sentí un empujón.

- ¿Por qué te portas así?
- ¿Ahora que hice? - dije riéndome.
- Tratarme como si fuese un extraño. - dijo haciendo pucheros.
- No lo hago.
- Vayamos a comer de una vez que se ve que tienen hambre. - interrumpió mi mamá.

Nos sentamos en la mesa y Yeonjun se sentó a lado de mi. En frente estaban sus padres y mi mamá y papá en las orillas. Empezábamos a platicar, me hacían preguntas de que quería estudiar y demás. Cuando nuestros padres hablaban de temas que no entendía, sentí una mano en mi rodilla.

- Linda, ¿sabes donde hay agua? - me estremecí al sentirlo cerca de mi oído.
- V-Voy por ella. - me levante y fui a la cocina por un vaso de agua.

Me ponía nerviosa que Yeonjun fuera tan aventado, pero no me molestaba. Me ponía nerviosa porque me encantaba sentirlo cerca de mi. Se escuchó la puerta de la cocina abrirse, y lo vi entrar.

- ¿Necesitas algo? - me dijo acercándose.
- No es tan difícil servir un vaso de agua, ¿sabes? - le extendí el vaso mientras lo miraba.
- Gracias.

Camine por la cocina, tome unas galletas que sabía que eran sus favoritas.

- ¿Son para mi? - dijo atragantándose con el agua.
- Me acorde que las tenía y te las guarde.
- Ay pero que linda. No debiste. - dijo acercándose y picando mi mejilla.