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『 ↳✧･ﾟ 𝐒𝐎𝐎𝐁𝐈𝐍 ; 』

Hoy era uno de los días más absurdos en el año escolar. Era de esos días en los que me hacía sentir inútil. Era el día en donde serían los festivales de primavera. Los maestros notaron de inmediato que tenía dos pies izquierdos, cuerdas vocales de la mierda y una habilidad espantosa para tocar instrumentos. Siempre que preguntaba que haría yo en el festival evadían mi pregunta. Fue hasta que me dirigí al jefe de grupo, Soobin.

❝ [𝘧𝘭𝘢𝘴𝘩𝘣𝘢𝘤𝘬] ❞

No tenía de otra. Si quería saber que mierda hacer en el festival de primavera era preguntarle al jefe de grupo. Siempre había puesto los ojos encima de Soobin. Siempre se me había hecho un chico tímido pero carismático. Muy cálido y lindo. Pero no me atrevía a soltar una sola palabra para conversar con el. Aunque era imposible no hablarle, solía acercarse a preguntar si todo estaba en orden o si necesitaba ayuda en algo, siguiendo su papel de jefe. Por supuesto, aunque no entendiera un carajo yo diría que si para no pasar la vergüenza de que me viera como estúpida. Lo vi en su escritorio a solas, así que me acerqué aunque sentía mis mejillas arder.

- Hey, Soobin.
- Ah, ____, ¿todo bien? - me dijo notando inmediatamente mi sonrojo.
- Pues, si... digo, no. - dije rascando mi nuca.
- Ay, espera. - se levantó, jalo una silla frente a su escritorio. - Siéntate, dime qué pasa.
- Prometo no quitarte mucho tiempo.
- Tranquila. - el sonrió y se sentó en frente de mi.

Sus mejillas y sus hoyuelos lo hacían ver tan lindo.

- Pues, no se bailar. Ni cantar. Ni mucho menos tocar un instrumento. - dije mientras jugaba con mis manos por mi nerviosismo. - Y creo que los maestros se dieron cuenta que no hay lugar para mi en este festival. ¿Sabes de algo que pueda hacer? - lo mire nerviosa.
- Waaaah. - dijo poniendo sus manos en su nuca. - Llegaste a salvarme. Necesitamos a alguien en el equipo de sonido y luces. Quizá no es lo que esperabas escuchar pero...
- ¡No! Es perfecto.
- ¿En serio? Bien. Le diré a Yeongsuk que ya tenemos quien entre al equipo.
- ¿Y-Yeongsuk? - pregunté.

Aquel tipo una vez metió una lagartija en mi casillero, pensó que no me di cuenta que fue el después que lo atrapara con el celular escondido grabando mi reacción.

- ¿No te agrada? - dijo poniendo su cara de preocupación.
- No, no es nada. - dije nerviosa.
- Ahhh, ya entendí. - dijo sonriendo nervioso.
- ¡No! Tampoco eso. Lo prometo. - me reí y el también.

No pude seguir la conversación, me quede atónita viéndolo reírse, que mi estomago empezó a sentir un cosquilleo. Me levante de inmediato de la silla.

- No te quito más tu tiempo. Muchas gracias Soobin. - dije dirigiéndome a la puerta.
- No hay de que, ¡bye!

❝ [𝘧𝘪𝘯 𝘥𝘦 𝘧𝘭𝘢𝘴𝘩𝘣𝘢𝘤𝘬] ❞

- Chaparra, arregla la luz del reflector por favor. - dijo Yeongsuk.

Al final el tipo no resultó ser tan cabron como pensé. Siempre estuvo dispuesto a ayudarme, aunque yo aprendí a hacer todo por mi cuenta.

- No me digas así.
- Perdóname, chaparra. - dijo empujándome del hombro.

Fui al otro lado del auditorio para encontrar a Soobin hablando con los chicos encargados de los postres. Por lo que se escuchaba, los regañaba de la manera más dulce posible. Quería hablarle, pero mis nervios me ahogaban. Llegue al reflector principal, subí y baje el interruptor y no prendía. Perseguí el cable para darme cuenta que algún estúpido había desconectado la luz. Cuando enchufe el cable a la corriente, escuche un grito. Me levante de inmediato para ver a Soobin tallarse los ojos y taparse la cara con la tabla de madera que tenía en sus manos.