⚡Capítulo XIII⚡

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3:06 am

<Lo único que harás es meterte en más problemas>

Tranquila, todo saldrá a la perfección.

<Pero...>

Shh, no recordamos.

Termino mi coleta y salgo del baño, asegurándome de tener todo lo que quiero. Me apresuro en arma una simulación con las almohadas como si estuviera dormida en ella.

Veo mi reloj justamente cuando escucho un suave toque en la puerta.

Al ver a Nahomi la abrazo muy fuerte, sé muy bien que está asustada y preocupada de todo o que está pasando y está por pasar. Nada quita que esto es un secuestro realmente donde nos dan ciertos privilegios pero no sabemos que quieren de nosotras, además privadas de libertad.

Me alejo un poco, le agarro de la cara sonriéndole un poco.

-No va a pasar nada, nena, mientras estés conmigo no dejare que algo te pase. Te amo.- le hablo en español.

Me sonríe y asiente.

- Te amo.

Agarradas de la mano caminamos por el pasillo contrario, pasamos varias puertas, bajamos las escaleras llegando a la cocina.

Buscamos en todos los sitios el manojo de llaves que vi varias veces al entrar, Nahomi encuentra un conjunto y espero que entre ellos este la que quiero.

Trato de seguir pero Nahomi se tropieza con una silla y tumba un objeto.

Nos quedamos cayadas viéndonos la cara, esperando escuchar algún ruido; a los minutos nadie aparece y rápidamente salimos de ahí.

Caminamos por la parte trasera de la casa agachadas y si luz, pasando la cancha de básquet y llegamos a donde quiero.

Rezándole a quien sea para que salga como es.

Probamos rápidamente en todas las aperturas que viéramos, sin hacer ruido e atentas a nuestro alrededor.

Ninguna daba; ya Nahomi no quería intentar más, hasta que una de ellas encaja, las dos nos miramos y sonreímos.

-Hará ruido y alertara a los demás.

-Estamos lejos de casa, si llegase haber algún guardia tenemos que correr el riesgo, no podemos seguir aquí.

-¿Por dónde saldremos? Claramente la entrada no es opcional.

-No lo es, solo nos iremos por el siguiente terreno vecino, junto con el celular nos guiaremos a la ciudad- La ayudo a subir y la imito- Tenemos que dejar los celulares en casa, no dudo que tengan rastreador.

Ella asiente de acuerdo.

Enciendo el motor calentándolo apretando el acelerador saliendo rápidamente de ahí.

Luego de lo que parece una eternidad veo que llegamos al límite del terreno. Nos bajamos y de la manera más rápida cruzamos las vallas; salimos del terreno vecino e activo mi GPS comenzando el verdadero trayecto.

3 horas después llegamos a casa entumecidas e muy pero muy cansadas, queriendo dormir lo más pronto posible, en cambio recogemos nuestras maletas más las cosas necesarias.

Apagamos nuestros teléfonos dejándolos debajo de la cama, saliendo para el aeropuerto.

Pasamos chequeo y nos encontramos con una Annie muy descansada e lista para un viaje largo.

Envidio la tranquilidad que tiene en su vida en estos momentos.

Simplemente quiero dormir...

...

𝕻𝖊𝖈𝖆𝖉𝖔𝖘 𝖈𝖔𝖒𝖊𝖙𝖎𝖉𝖔𝖘Where stories live. Discover now