—¿Y por qué estás dudando? Tocas jodidamente bien.

Sonreí por su halago.

—No es por tocar mal o bien... supongo que me recuerda mucho a mi madre—dije finalmente.

Me atrajo hacia él y tomó mis mejillas con sus grandes manos.

—Piensa... que tú madre estará orgullosa de ti si ganas, y si no, cosa que dudo, lo estará igual»

Bueno, al final me acompaño a inscribirme y me sentí bien porque él estaba conmigo, acompañándome en todo el proceso. Hacíamos bromas y en ese momento lo confirmé más que nunca: «Él me hace feliz, me hace sonreír, y me hace vivir para no solo existir»

...Thomas Wilson es mi éxtasis de felicidad, y eso me asusta, pero al mismo tiempo me fascina.

«—¿Puedes prometerme una cosa?—hable de repente antes de subir a su moto.

En ese momento no lo pensé de este modo... pero la simple pregunta reflejaba miedo y nervios a la hora de saber la respuesta.

—Sí—respondió sin dudar.

—¿Prometes estar el día del concurso?

—Prometo estar contigo siempre que lo necesites.

Solté un suspiro de alivio involuntariamente, me relajé y le di un abrazo, me aferré más a él, le trasmití todo lo que sentía con esa demostración de afecto.»

Había prometido estar conmigo y eso era más que suficiente para sentirme completa junto a él.

••••

Buenas noches, Teniente—sonríe risueño.

—Buenas noches, Capitán.

Nos despedimos después de terminar la película y con un abrazo me dispuse a subir a mi habitación, él hizo lo mismo detrás de mi y cuando cerró la puerta entré en la mía.

La luz era tenue, la poca que entraba por la ventana me era suficiente para buscar algo con lo que dormir. Me fui quitando las prendas y una vez con el pijama puesto me dirigí a mi cama, pero el proceso fue en vano porque una voz habló.

—Eres preciosa, ¿Te lo he dicho alguna...

—¡JODER!—Yo pego tal sobresalto que sin exagerar volé a la otra esquina de mi habitación.

—Ey, ni que hubieras visto a Jason Voorhees—suelta una risa.

—¡No, vi mi vida pasar delante de mis ojos!, ¿eres estúpido?—me acerco a él y le doy en el hombro, bajando el tono de mi voz.

—Creí que era tu novio—hizo una mueca de lastima fingida.

—Pues, eres mi estúpido novio.—dije de mala gana—Sigo sin acostumbrarme a verte aquí sin avisar.

—Pero si ni siquiera me has visto.

—Tú sabes lo que quiero decir, Thomas Wilson.

ÉL Y YO Where stories live. Discover now