Conociéndote

Capítulo #20: "Simultáneo"

Capítulo #20: "Simultáneo"

*Punto de vista: Melanie Guzmán (Mel)*

Vamos camino al almuerzo con mi padre, después de todo lo sucedido Alex necesita un poco de relajación. Lleva días muy tenso y se le ve en la cara esas terribles ganas de venganza, la verdad es que espero que todo eso pase rápido, no me gusta verlo así, no lo merece. Mi padre quedó en vernos en un restaurante muy prestigioso de la ciudad, y fuimos vestido para la ocasión. Su traje azul marino combinaba perfecto con el azul cielo de mi vestido.

— Señorita Launtiel — me saluda un mesero — tu padre ya la está esperando.

Vamos de camino a la segunda planta del restaurante, mi padre como siempre extravagante reservó la segunda planta para que comiésemos más tranquilo. En la mesa hay dos personas sentados de espalda, una mujer y un hombre, lo que me pareció extraño ya que aquella mujer era rubia y con el cabello corto nada parecido al de mi madre. Esto me llama mucho la atención.

— ¿Papá? — mi padre me mira con esa mirada de amor y compresión que lo caracteriza.

— Mi princesa — se acerca para apretarme entre sus brazos, me deja sentir el olor a su perfume caro. — Tu debes ser el chico de mi princesa — entrecierra sus ojos.

— Hola, soy Alexander — saluda con cortesía, esa que le caracterizaba cuando estaba nervioso — Si, Mel es mi novia — me hace sonreír.

— ¿En que estudias? ¿Que intenciones tienes con mi hija? — acosa mi padre a mi chico. Y río por dentro

— Bueno tengo las mejores intenciones con Mel, me importa demasiado — dice con algo de melancolía en su voz — Estudio empresariado, pronto terminaré la carrera.

— Papá, ¿Quién es ella? — dije mirando mal a la chica que estaba sentada junto a mi padre anteriormente.

— Oh, que descortés de mi parte — La chica se pone de pie al lado de mi padre y él la toma por la cintura — Claudia Sunní, mi prometida.

— Mucho gusto en conocerlos chicos — saluda la chica de ojos azules y tez blanca.

Su información calló como un vaso de agua fría, estábamos allí para celebrar eso, ¿en serio?

— ¿Por qué yo no sabia nada? — indignada pregunté a mi padre.

— Esa es la información que quería darte aquí — dice mi padre invitándonos a tomar asiento.

Mi padre sus traje negro que tanto lo distingue aunque trae una corbata roja del mismo tono que el vestido de ella, era elegante y bonito.

— Buenas — dice mi madre llegando, andaba con un hombre y al ver su rostro me di cuenta de quien era. Era aquel hombre, Gabriel, era el mismo de la fiesta de Francisco, el mismo que conocí en casa de mi madre el día que fui a su casa. Ahora entendí porque recordaba el rostro de él, ahora las líneas que no tenían sentido encajaban a la perfección.

Que hacía un amigo de Francisco con mi madre, esto me hace sentir muy frustrada y verdaderamente confundida. Y en el fondo sentí miedo.

— Hey, mamá — me acerqué a ella separándola de aquel hombre.

— Hija — me presiona contra su pecho, me acaricia el cabello. Y me besa en la frente, ese amor de madre nunca me falto cuando se trataba de ella.

— ¿Por que está él aquí? — pregunto sin rodeos.

— Yo soy Gabriel — dice el señor, algo que ya sé.