D I E C I N U E V E (PARTE 1)

73 16 3
                                    

 —¿Y ustedes qué hacen aquí?—soltó el puertorriqueño en cuanto vio a Christopher, Joel y Richard en su habitación

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

 
—¿Y ustedes qué hacen aquí?—soltó el puertorriqueño en cuanto vio a Christopher, Joel y Richard en su habitación. Había despertado gracias a los susurros de sus amigos, por lo que bostezó y pasó ambas manos por su rostro mientras oía a Joel responder.
 
—Kyle nos dijo que tenía que hablar con nosotros sobre algo súper importante y que vayamos a la habitación de alguno de nosotros...
 
—¿Y por qué a la mía?—bufó.—Estaba durmiendo...
 
—Nos dimos cuenta.—asintió Richard con una ceja alzada.—¿Ya te había dicho que roncas?
 
—Sí, me lo has dicho.—aceptó sentándose en la cama y posicionando sus pies en el suelo.—Muchas veces, por cierto.
 
—Es que eres como un oso.
 
—¿Y cómo es un oso?—preguntó con curiosidad.
 
—Como tú, dah.—achicó sus ojos y se encogió de hombros con obviedad. Zabdiel rodó los ojos.
 
—¿Por qué duermes con ropa?—Joel frunció su ceño con horror al verlo completamente vestido exceptuando su calzado.—Una de las cosas más incómodas del mundo es dormir con ropa...
 
—¿Qué hacen ustedes aquí?—quiso saber Erick al aparecer desde el baño y encontrarse a sus amigos en su habitación, poniendo sus brazos en jarra.
 
—Eso mismo pregunté yo, hermano.—renegó de nueva cuenta.—Mira si yo estaba desnudo...
 
—Una de esas fotos valdría oro…—pensó Christopher con gracia.
 
—¡Qué asco!—Joel arrugó su nariz con desagrado.
 
—Es que Kyle nos dijo que nos reunamos en la habitación de alguno de nosotros y nuestras habitaciones eran un desastre…y aquí estamos.—explicó Richard con despreocupación.
 
—Lo dices como si nosotros dos fuésemos las personas más ordenadas del mundo.
 
—Más que nosotros, lo son.—afirmó Chris.
 
—Me cansé de esperar.—bufó Erick.
 
—No llevas ni cinco minutos esperando.—se rio Richard.
 
—Y luego el ansioso soy yo…—Zabdiel rodó los ojos de nueva cuenta.
 
—Yo digo que deben relajarse.—opinó Christopher viéndose despreocupado al encogerse de hombros.—Están muy nerviosos todos.
 
—Uy, alguien está contento por algo.—canturreó Richard parándose junto a él y picando una de sus mejillas con su dedo índice.—O mejor dicho, por alguien…—se corrigió a sí mismo haciendo danzar sus cejas.
 
El castaño rio.
 
—¡Dan y Christopher se van a casar!—canturreó Joel parándose del otro lado del nombrado y picándole su otra mejilla.
 
—Yo voy a ser el que lleve los anillos.—sonrió Erick moviendo sus caderas y sus brazos en un baile extraño mientras Christopher seguía riendo.
 
—Los anillos los debe llevar un niño pequeño, Brian, no un tarado.—negó Zabdiel.
 
—Alguien se despertó gruñón.—rio el ojiverde sentándose junto al puertorriqueño.
 
—O quizás extraña a alguien.—sugirió Joel con una sonrisa inocente imitando la acción de su amigo;  esta vez del otro lado.
 
—Alguien de sexo femenino…—propuso Richard acercándose a ellos, poniéndose en cuclillas frente a Zabdiel.
 
—Quizás se despertó gruñón porque extraña a alguien del sexo femenino que lleva como nombre Alexia Castillo.—finalizó Christopher imitando la acción de Richard y subiendo y bajando sus cejas; viéndose totalmente gracioso.
 
—Sí, la extraño.—admitió frunciendo su ceño.—Pero no hablemos de eso porque me molesto...
 
—¿Y por qué habrías de molestarte?—preguntó Erick confundido.
 
—Porque la extraño mucho, brother.—respondió con obviedad.—Y no me molesta extrañarla, me molesta no poder verla, escucharla, abrazarla, tocarla...
 
—¡Ya!—lo interrumpió Richard riendo.
 
—Cuánto amor...—comenzó Joel sonriente pero rápidamente se convirtió en una mueca de desagrado.—Ew, qué asco, wey.
 
—Sólo lo dices porque estás soltero.—negó Christopher con diversión haciendo reír al rizado.
 
—Uy, lo siento; señor-que-apenas‐lleva-veinticuatro-horas-en-pareja-con-Danna.—se burló provocando la risa de todos.
 
—Ya me cansé de esperar.—repitió Erick antes de bufar luego de un largo momento riendo.
 
—Yo también.—gruñó Zabdiel.
 
—Pues vayamos a buscar a Kyle…

FREEDOM|CNCO.Where stories live. Discover now