Despertar

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Un fuerte dolor de cabeza me había despertado, el frío que recorría mi cuerpo era extraño, una vez logrado abrir mis ojos mi mirada era borrosa, ¿estaba consciente y viva aún? o ¿estaba en el infierno?, lo poco que lograba divisar a la distancia era un poco de frascos y jeringas, la cabeza me iba a explotar y el cuerpo era inmóvil, ya recordaba lo todo, estaba bajo los efectos de la mutación del hongo, de pronto recordar todo hizo que pudiera moverme exaltada, con la respiración agitada volteé a mirar a todo lado, aún con vista borrosa, hasta sentir unas manos que me intentaban tranquilizar volviéndome a colocarme, Lady Dimitrescu, era ella, intenté pronunciar palabras, pero apenas podía respirar, parecía estar en un sueño de esos en los cuales no sabes si estás dormida o despierta, pero al escuchar apenas como un susurro lejano, "Tranquila, estás despertando lleva tiempo", estaba ahí realmente, estaba recuperándome, volví a  perder la consciencia al menos por unos minutos, cuando por fin mi cuerpo respondía mejor podría oler su aroma a rosas y vino, mis sentidos de pronto eran más intensos, el susurro ahora se escuchaba muy cerca, abrí de nuevo mis ojos y mi vista se recuperaba, de esta manera recuperando la movilidad, levanté una mano lentamente, la cual fue tomada por ella, por mi amada, ¿qué me había pasado?, la mire y su expresión dulce, mirándome mientras colocaba paños húmedos en mi frente, lo cierto era que mi corazón iba a mil, podía sentir el cuerpo vibrar, la sangre bombear en todas mis venas, "lo logré" eran palabras que se venían a la mente, respire hondo para poder así hablar, hice el esfuerzo pero mi garganta estaba demasiado seca, por suerte ella se dio cuenta de mi situación y rápidamente buscó un vaso de agua, dándome de beber con cuidado, tomando todo el agua de golpe, sentía como eso me volvía a la vida o al menos un poco más, suspiré mientras ella acariciaba mi cabello, viendo que mi garganta ya no estaba seca de nuevo intenté pronunciar palabra… 

"¿Qué ha pasado ?... ¿Estoy viva?", pregunté con afán,  "Shh, estas viva, sólo que sé necesita unos minutos para reaccionar, has superado la primera prueba, mantienes tu consciencia y tu pulso es veloz pero estable", dijo sonriendo al final, estaba todo bien, necesitaba recuperarme, pero aún tenía más preguntas, "¿Tengo una mutación?, dime" demande demasiado pronto, su silencio fue mi respuesta clara y aparté las sábanas que cubrían mi cuerpo, observando con detenimiento, mi piel era más clara, podía ver mis venas aún más marcadas, uñas largas como garras, los músculos estaban más marcados en mis piernas y brazos también, me impacte, mi cuerpo había cambiado mucho, "El cadou reaccionó bien en ti, no tienes ningún daño físico, sólo que ahora tienes más masa muscular y una altura un poco mayor a la que tenías antes" mencionó mientras se levantaba tomando un libro, donde estaba anotando los detalles seguramente, para mi no era suficiente, quería verme en un espejo, así que hice el esfuerzo de levantarme pero el dolor fue más fuerte que mi voluntad, "Aún no cariño, llevas una semana en coma, estaba preocupada porque no reaccionabas, pero tranquila aquí estás aún, además depende mucho del organismo, ahora dime ¿qué sientes?" acercándose de nuevo con su libro en mano, "Me duele la cabeza y el cuerpo, además tengo demasiada hambre, necesito comer algo…",  "Comer o cazar algo, con tu mutación me da la sensación de que tu hambre será insaciable", río, su mano despejó el cabello que estorbaba de mi rostro, ¿cazar? nunca mataría a un humano para comer, "No pienso matar humanos, no podría, necesito comida normal", "Nunca dije humanos, puedes cazar animales, pronto sabrás lo que costoso que es mantenerse con vitalidad, por el momento diré que te traigan algo, no te muevas", salió dejándome sola en la habitación, su habitación, una semana inconsciente, luchando por vivir, vaya locura. 

Hice caso omiso y empecé a moverme, pude sentarme lo difícil que sería levantarme de la cama y poner las piernas, jale con toda mis fuerzas ambas piernas tocando el frío suelo, apoyándome de la columna de la cama pude estar de pie, lentamente me dirigí a como pude al espejo, mirarme al espejo fue impactante, mi rostro seguía igual pero mis ojos eran diferentes, color rojizo en ellos, mi piel pálida y las venas resaltadas, era cierto mi altura era mayor, lo cuál fue un detalle que no me desagrado totalmente, ahora no era tan pequeña para Alcina, de media vuelta observando cada detalle de los músculos del brazo, era fuerte, mi olfato estaba mejorado, ahora pude reconocer aromas distintos, mientras veía mis piernas un movimiento extraño capte viniendo de mi espalda, me acerqué más al espejo, intentando ver mi costado, tocando el hombro, de esto de pronto se desplegó dos alas, me asusté tanto que retrocedi cayendo al suelo, grité de la impresión, estas no eran alas como las de Miranda, de cuervo, su aspecto eran de la misma piel, como alas de un demonio, como los que ilustran en los libros sobre demonología, no lo entendía para nada, estas se movían ocultándose de nuevo, dolía claro que lo hacía, mi espalda se abría básicamente pero  era un dolor pasajero, de pronto la puerta fue abierta abruptamente, Alcina estaba preocupada por el grito, me vio tirada en el suelo y se aproximó hacia mí rápidamente, "¿Estás bien? Te dije que no te movieras, todavía no estás en dificultad de hacerlo", "Me he levantado para verme, lo siento, pero he mirado alas salir de mi espalda y me he asustado es todo", se me quedó mirando atónita, tocando mi espalda, buscando rastro alguno y definitivamente sentía sus dedos en lo que parecían llagas dolorosas al tacto, gemi de dolor, "Lo siento, lo siento, ¿puedes controlarlas?",  "No tengo ni puta idea de cómo", dije demasiado preocupada, mi cuerpo ahora era el de un monstruo típico de película, quería llorar pero con ella ahí sería imposible, sería hacerle creer de nuevo que ella era uno también, me sentía mal, no me sentía yo, estaba atrapada en esto ahora y todavía no podía cantar victoria. Alcina me tomó en sus brazos colocándome de nuevo en la cama después de todo seguía siendo más pequeña que ella, así que me alzó como si nada, mi cara de desconcierto y preocupación se notaba mucho y sus interrogaciones no tardaron en llegar, "¿Estás bien ahora que has visto por completo tu cuerpo?, se sincera, te entiendo completamente pasé por lo mismo", no sabía que contestar con claridad, di algo sin preocuparla o hacerla sentir mal, "Todo bien sólo que es sorprendente, me asusta un poco es todo", me miró entrecerrando los ojos con un puchero, cuando algo le molestaba era su expresión característica, "No tienes que mentirme, sé que no te gusta, pero te entiendo, no fue nada agradable verme de casi tres metros y mi piel así, además hay otra cosa que no has visto…", "No te miento, la cuestión es que no me siento yo, yo era un ser humano común y corriente, me debes entender y ahora…", fui interrumpida por ella, "Ahora crees que eres un monstruo", no pude negarlo, el silencio fue incómodo los siguientes minutos, sólo se levantó para preparar lo que parecía una inyección, "Esto hará que el dolor disminuya, ahora descansa, pronto vendré", salió de la habitación, genial la había herido una vez más. 

Tomé el plato de comida y lo devore en segundos, ahora estaba mejor ciertamente lo único que necesitaba era comer y la inyección, me permitió moverme por la habitación, llevaba una bata como de hospital, abierta en la espalda, ahora que podía verme de nuevo intenté desplegar las cosas esas que salían de mi espalda y lo logré, por el lado bueno ahora podía ¿volar?, que mierda tan surrealista, no está de todo mal, después de todo ahora tengo más oportunidad de sobrevivir, no creo que sea apta como recipiente, demasiados errores ¿no?. 

Mi Dama de Fuego Where stories live. Discover now