Mi Dama de Fuego

La Nueva Sirvienta

La noche era sumamente más fría ese día, había  finalizado mis tareas, después del accidente de la tarde, me tomó desprevenida y después de su regaño, me puse en marcha para terminar rápidamente, al parecer al llegar la noche no nos necesitaba mucho o bueno no me han dirigido la palabra, puedo descansar un poco. Me recosté en la cama, una sirvienta me había señalado una de las habitaciones de abajo, estoy en el sector derecho del castillo, algo lejos de Lady Dimitrescu y sus hijas, supongo que es mejor así, no tenía mucho que hacer ahí, no tenía televisor, ni siquiera radio, sólo una cama y un ropero viejo, "genial me voy a divertir tanto" me tapé con la sábana para al fin dormir. 

6:00 AM Rumania 

Me levanté de golpe al escuchar un estruendo, mire al reloj que tenía en la mesa de noche, las manijas marcaban las 6:00am, supongo que era tiempo de moverse antes de molestarlas. 

Salí al corredor para buscar ayuda de alguien, no era para sorprenderse no había nadie, todo era muy extraño las sirvientas eran pocas y el único hombre que había visto era el cocinero, subí las escaleras rezando por no toparme con alguna de las hermanas, tenía que hacer algunas preguntas a "mi señora", uno que no tenía ducha en mi habitación, dos que no se que hicieron mi equipaje y tres a qué hora exactamente tengo que servirle, "¿Qué debo hacer antes de la hora de almuerzo?". Llegué arriba buscándola, hasta que pude escuchar una melodía, empecé a seguir el sonido hasta encontrar lo que parecía la habitación de la señora, por la gran puerta, temblorosa llamé con dos golpes pero no recibí respuesta, iba a volver a llamar pero la puerta se abrió inmediatamente y tropecé, torpemente caí al suelo entrando por completo en aquella habitación, "ouch, las puertas aquí se abren solas" me levanté todavía quejándome, y al ver a mi alrededor, para mi sorpresa, Alcina estaba sentada en la cama mirándome fijamente, ni siquiera había sentido su presencia, ¿acaso es un fantasma?  "Lo siento mi señora, yo...amm andaba buscándola", me miró y se levantó, al parecer se estaba arreglando, se sentó al frente de una gran cómoda con un espejo rústico, tomó su  labial rojo para su uso, "Ah sí? Dime qué quieres decirme tan importante para esta abrupta interrupción"... 

Me puse nerviosa, la había molestado era evidente, mejoré mi postura y con voz segura le pregunté mis dudas "Señora quería saber ¿dónde está mi equipaje? , para tener mi ropa, segundo, mi habitación no tiene ducha, hay tantas habitaciones que no sé en ¿cuál puedo usar? y tercero ¿mis tareas siempre serán las mismas?". Sin verme siguió maquillándose, con tono indiferente me menciono "Tu equipaje ya debería estar en el armario de tu habitación, ayer le dije a una sirvienta que lo hiciera y el baño de la servidumbre está a la par de tu habitación, ¿en verdad revisaste o sólo vienes hacer preguntas estúpidas?. Era verdad ni siquiera había revisado el armario, soy una estúpida, queriéndome pegar una cachetada a mi misma por la estupidez que dije, sólo asentí disculpándome de nuevo, había terminado de arreglarse así que volvió su mirada directamente hacia mi "Y por lo tercero, te quiero cerca desde muy temprano, a esta hora esta bien y lista, ve a ducharte tu olor me ahoga", mis ojos se abrieron de par en par, ¿olor? ¿Acaso tienen super olfato o algo así? Morí de la vergüenza, que sólo asentí y salí casi corriendo de su habitación, "mierda, mierda, ¿qué me pasa? Hago preguntas tontas, la interrumpo y ¿mi olor?, bueno había sudado limpiando, ahhhhh, que pena, no, no, no". 

Cuando al fin llegue, me duche, me cambié de ropa, usando unas pantalones negros con una blusa de manga larga suelta de botones color blanca, me solté el cabello, los rizos caían debajo de mi pecho, me había arreglado tanto, ¿para ir a limpiar?. Salí de nuevo al corredor y mientras caminaba, una chica supongo que unos años mayor que yo, venía atrás de mí, la curiosidad me ganó y le hablé, "Hola soy nueva, ¿trabajas desde hace mucho tiempo aquí?  La mujer me miró desconcertada, no quería hablar al parecer pero insistí obstruyendo el camino, finalmente me dijo, "un año o más, aquí el tiempo se pierde, no puedo hablar más, la señora nos tiene prohibido dirigirle la palabra", ¿Qué? Mi duda creció aún más, "¿por qué?, ¿por qué haría eso?, no es como si fuéramos a planear un escape", la mujer miró al suelo y se encogió de hombros, sin poder decirme una respuesta, se fue velozmente. No lo entiendo...me compra, me hace una sirvienta y también hace que las demás tengan pavor en hablarme, ¿qué le sucede conmigo? No soy ningún juguete para divertirla, no la puedo enfrentar porque me mataría o mandaría a sus hijas a matarme, no sé cuál es peor, pero siempre queda la opción de huir de aquí y eso es lo que exactamente voy hacer.