Capítulo 2.

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1 de julio de 2018
Valencia.

ÓSCAR

Abro la maleta y comienzo a meter la ropa dentro. No llevo muchas cosas porque voy a trabajar, pero he metido alguna que otra bermuda y camisa desarreglada por si acaso. Estoy algo nervioso. Llevo dos meses esperando este momento.

Cuando me contrataron para trabajar como barman en el Royal Majesty, un crucero de una envergadura gigantesca que quita el hipo, no me lo pensé dos veces.

He de admitir que mi sueño no era exactamente así. Yo debería ir entre los pasajeros y no entre la tripulación, pero después del último año que he tenido me conformo con lo que sea.

Hace 7 meses que murieron mis padres en un accidente de tráfico. Un coche cuyo conductor duplicaba la tasa de alcohol permitida perdió el control del vehículo y se llevó a mis padres por delante, que regresaban de su cena de aniversario.

Fueron unos meses muy duros. Tanto mi hermana Carla como yo lo pasamos verdaderamente mal teniendo que preparar el funeral y tramitando los papeles de la herencia. No nos dejaron mucho, ya que tenían más bien poco. A Carla mi madre le dejó su ajuar de joyas, que a su vez se lo dejará a la pequeña Lourdes, su hija. A mí, por el contrario, me dejaron la casa al completo. Incluyendo hipoteca y pagos, claro.

Carla, que este año cumplirá 27, lleva tres años casada con Raúl, su compañero de trabajo, y hace un año que nació la pequeña Lourdes. La niña de mis ojos. Haría lo que fuera por esa mocosa. Ella vive felizmente en su casita en Altea, así que no necesitaba la casa de mis padres. Al contrario que yo, que vivía con ellos cuando fallecieron.

Cuando miro el reloj son las ocho y media de la tarde. No pensaba que hacer la maleta para quince días pudiera suponer este dolor de cabeza.

Echo un ojo al móvil y veo un mensaje de Carla. Lo desbloqueo y leo:

"Oye tú, ten mucho cuidado mañana, ya sabes. Pórtate bien y trabaja mucho, que todo lo que saques es para ti. ¿Volvías cuando? ¿El 17? Dímelo y nos pasamos a verte los tres. Lourdes te echa de menos. Te quiero."

Sonrío a la pantalla como si mi hermana fuera a verme. Me dispongo a responderle cuando mi teléfono empieza a vibrar. Número oculto. Respondo al instante.

– ¿Dígame?

– ¿Óscar Lozano? Buenas tardes, soy Estefanía. Le llamo desde el Royal Majesty. Quería comprobar que todo está en orden para su llegada al puerto de Málaga mañana a las diez de la mañana, ¿Todo bien?

– Sí. Todo está en orden. Mañana a las diez estaré allí.- Miro el reloj de nuevo. Debería ir poniéndome en marcha si quiero llegar a tiempo a la estación.

– De acuerdo. Póngase en contacto conmigo si necesitase algo. Hasta mañana.

– Hasta mañana, muchas gracias.

Cuelgo y cierro la maleta de golpe. Esto está todo listo. Apago las luces y corto el paso del agua. Espero que a Amparo, la vecina de al lado de setenta y cuatro años, no se le olvide pasarse por aquí a regar las plantas.

Salgo y cierro con llave detrás de mi. Bajo de dos en dos los ocho escalones hasta la puerta del portal con la maleta en el aire.
Cuando consigo parar un taxi y pedirle que me lleve a la estación de tren, es cuando por fin me relajo. Me voy de crucero, aunque sea como barman.

Muerte en el mar [Pausada temporalmente ]Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα