La Verdad Descubierta

Capítulo Cinco

—El rey Cekex quiere hablar contigo a solas —dijo un fauno, mirando a Harry cuando éste y su familia llegaron a la sala de reuniones.

—¿A solas? No va a pasar —dijo Remus.

—Remus, está bien. No me hará daño —dijo Harry, poniendo una mano suavemente en su bíceps.

—¿Cómo sabes eso? —Harry ignoró a Remus y miró al fauno.

—Llévame con él —dijo Harry siguiendo al fauno hasta unas puertas dobles que abrió y condujo a Harry al interior. El rey Cekex estaba sentado al final de la mesa y se puso de pie cuando Harry entró.

—Harrison.

—Sigues siendo la única persona que me llama así —dijo Harry sonriendo al Rey mientras éste abría los brazos para que Harry corriera hacia él—. Me alegro de volver a verte después de tanto tiempo.

—A ti también —dijo el Rey Cekex apartando a Harry por los hombros para que lo mirara—. Sólo quería verte antes de permitir que todos entraran. Te ves saludable y feliz, así que eso significa que te escucharé.

—Si no puedes confiar en ellos, confía en mí. No permitiré que prometan algo que no podemos garantizar.

—Sé que lo harás. Te escucharé, pero que sepas que al final es lo que me digas lo que decidirá nuestra posición —Harry asintió—. Ahora veamos a esa pareja tuya, no he visto a Michael en unos cuantos años —Harry abrió la boca para corregirlo, pero fue interrumpido por las puertas que se abrían y Remus y Sirius que corrían a su lado asegurándose de que estaba bien.

—Tú eres su padre biológico, supongo —dijo Cekex mirando a James.

—Sí. James Potter. Es un placer conocerlo Rey Cekex —dijo James estrechando la mano que le ofrecía—. Esta es mi esposa Lily.

—El placer es mío. Harrison es como un hijo reacio que nunca acepté acoger pero que de alguna manera lo he hecho y poco a poco he aprendido a cuidar.

—Él me quiere, no dejes que te mienta —dijo Harry, interponiéndose entre Cekex y James—. Además cuando me caí de un árbol, fue él quien lloró junto a mi cama.

—No por preocupación, Harrison, sino por miedo a Michael. Hablando de... ¿dónde está?

—Está muerto. Yo lo maté.

—Mataste a tu...

—No era mi pareja. Te mintió para que no interfirieras —explicó Harry.

—¿Interferir con qué, Harrison? —Preguntó Cekex.

—Deja de llamarme Harrison, me siento como un niño.

—Eso es porque eres un niño —dijo Cekex mientras miraba a Harry.

—Discutible —dijo Harry.

—Harrison. Respóndeme.

—Nada. Está muerto, no importa. Remus y Sirius son mis parejas, Remus es un hombre lobo y Sirius no, pero ambos son mis alfas. ¿Los centauros se unirán a nosotros?

—Sí. Sí, creo que llegarán en cualquier momento. Se han retrasado en las afueras del pueblo. Mientras tanto, Harrison, puedes hablarme de los últimos dos años desde que te vi por última vez. ¿Cómo conociste a tus padres biológicos?

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—¿Otra guerra con una promesa de igualdad? En serio. Hemos viajado hasta aquí para ver más mentiras de los humanos —dijo Callena, la líder centauro de los clanes del Oeste, cruzando los brazos mientras rodaba los ojos.