Capítulo Dos

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Remus y Sirius habían seguido sus clases mientras Harry estaba en cama y, afortunadamente, Remus se estaba acostumbrando poco a poco. Travis había decidido que los omegas apareados con sus alfas se sentaran con Sirius y Remus y les contaran sus experiencias. Explicarles por qué era tan importante tener un alfa. Remus finalmente mejoró después de eso, y Travis hizo que James y Lily se sentaran en algunas lecciones para que supieran qué esperar. Fue tenso e incómodo durante un tiempo, pero finalmente, llegaron a un acuerdo.

James y Lily no querían ver ni oír nada de lo que hicieran Remus y Sirius. Los castigos se restringían a puertas cerradas y con todos los hechizos posibles. Remus y Sirius habían aceptado y eso era todo. Tenían que practicar con omegas que se ofrecieran con el permiso de su alfa o con omegas no apareados. Incluso Milo intervenía de vez en cuando si no estaba con Harry cotilleando y haciéndole compañía.

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James, Sirius, Remus y Lily llegaron a Godric's Hollow en la fría mañana de diciembre con un hueco lleno de temor en el estómago.

—Ni siquiera sabemos qué estamos buscando —dijo Remus mientras caminaban por la calle.

—Cualquier cosa fuera de lugar —dijo James—. Algo. Tiene que haber algo que nos dé una idea —el paseo fue tranquilo y cuando llegaron a la vieja casa que se caía a pedazos, la miraron fijamente.

—Vamos —dijo Lily entrando en la sala y luego subiendo a la casa empujando la puerta que apenas estaba en sus bisagras—. Sirius y Remus, ustedes suban y nosotros nos quedaremos aquí abajo.

—De acuerdo —dijo Sirius subiendo las escaleras con cuidado con la mano de Remus en la suya. Se dirigieron primero a la habitación de Harry y empezaron a buscar en la cuna dañada cualquier cosa que no debiera estar allí. Incluso después de dieciséis años. Remus frunció el ceño de repente y miró el suelo alrededor de la cuna notando que los soportes de la cuna se deslizaban por el suelo polvoriento.

—Sirius, ve a buscar a James y a Lily —dijo Remus viendo como Sirius salía de la habitación antes de ir por el otro lado y mover la cuna para que se encontrara donde terminaban los rieles. Una de las tablas del suelo se levantó justo cuando James, Lily y Sirius volvieron.

—¿Qué pasa? —Preguntó James.

—La cuna dejó huellas en el polvo por el movimiento y cuando la moví se levantó esta tabla del suelo. Pero no puedo agarrarla bien para quitarla —dijo Remus mientras se acercaban y ayudaban. Después de unos minutos, por fin la levantaron y vieron una carpeta en el suelo con una fecha de hace unos días.

Greyback

29/11/97

—Esa es la letra de Dumbledore —dijo James, acercándose a la carpeta, pero antes de que pudieran moverse, oyeron el débil sonido de una aparición. Se miraron el uno al otro, "ático", susurró James dirigiéndose a lo más cercano al cuarto de Harry y bajando la escalera en silencio. Todos subieron y cerraron la puerta del ático justo cuando oyeron pasos en el segundo piso. James, Remus y Sirius mantuvieron la trampilla cerrada como medida de seguridad, pero Remus se había asegurado de cubrir sus pasos en polvo antes de subir la escalera.

—No está aquí —habló una voz de mujer.

—Greyback debió de recogerlo antes de que lo mataran —se miraron todos al oír hablar a Dumbledore—. No es la primera vez que se olvida de poner la table o la cuna. Sólo espero que lo haya escondido con los demás antes de que lo mataran. Si esos archivos caen en las manos equivocadas...

—¿Dónde escondió los otros? ¿Podemos revisarlos? —Lily frunció el ceño y los miró.

—¿Quién es? —Murmuró interrogante, ellos se encogieron de hombros, sin poder reconocer realmente la voz.

La Verdad DescubiertaWhere stories live. Discover now