Un País Entre La Nieve/Kimetsu No Yaiba X Naruto Shippuden

capitulo 16

Tsugikuni

Yorichi es un individuo tranquilo y respetuoso... muchos saben que es extremadamente humilde, viéndose a sí mismo como cualquier otro hombre bajo el mando de su shogun... guarda esperanzas sencillas, todo a las generaciones futuras... todas alrededor de sus hijos... no tiene ambiciones aun cuando está en lo más alto de la jerarquía de su país, nadie lo entiende ni sabe siquiera leer sus emociones.

No sabe cómo expresarse las mayorías de las veces, pero hace un esfuerzo para al menos sonreír tenuemente cuando la situación lo requiera, su familia sabe que los ama... ellos lo aman de regreso, aun cuando tuvo asperezas con su hermano... aun cuando Muzan vino y arraso con todo lo que ama... al final pudo reunir los pedazos de su familia... al final los atesora tanto como al país que sirve.

El daimyo para todos es una esencia tranquila, reservada y omnipresente.

Yorichi sabe que es lo que su presencia proyecta.

Pudo verlo en los ojos de los shinobi en la primera reunión antes de todo esto, su gente está acostumbrada a él... pero ellos... ellos no logran actuar normalmente no importa que tan sutiles puedan llegar a ser... pero sabe los pone nerviosos, no los puede culpar... Yorichi es alguien que comprende el mundo aun cuando nadie... ni su hermano, sobrinos o hijos... pueden comprenderlo.

Inhala... se concentra, mirando ese mundo transparente que no es muy útil cuando lucha contra una muñeca resucitada... exhala tensando sus músculos, sintiendo el poder correr por todo su cuerpo de una manera familiar... ondea su espada proyectando el fuego de su postura solar.

No se inquieta mientras enfunda con suaves movimientos, la arena cruje bajo su postura mientras se relaja... pero mantiene su mano en el mango... el aire trae el aroma del calor... su esencia se desplaza en todas esas dunas... Tranquilamente observa como su enemigo se regenera con una enorme sonrisa voraz.

Madara es un hombre apasionado muy hablador.

Aun cuando su concentración estaba en tranquilizar a su hija (Esto le hizo Muzan, esto es por su culpa) y sacarla antes de que sea irreversible... Yorichi observo al personaje que ha sido el centro de esta guerra por unas buenas horas, mirándolo ahora regenerarse con una sonrisa aún más pronunciada... esta persona fue alguien notable en su vida si lo es en su muerte, Uchiha Madara hubiera sido interesante de tener cercas... como un nivel completamente diferente del caos que hacen al clan Kyojuro o Uzui muy entretenidos.

-Pensé que Hashirama sería el único que pudiera enfrentarme- dice este muerto con entusiasmo como tantas veces, Yorichi solo inclina la cabeza escuchando... dejando que el hombre dialogara durante este enfrentamiento... no le apura continuar, esto se alargaría y ciertamente no sería el grosero que lo interrumpiera -Pero a comparación de Hashirama, tu eres un ser distinto... más controlado y aterrador de una manera diferente-

Deja caer su cabeza ahora del otro lado, sus aretes de hanafuda se agitan con el viento trayendo el silencio, el olor del ozono y la sangre seca -Hashirama... era este su amigo- su voz se deja escucha con un tono controlado pero audible, Madara lo mira con asombro ya sea porque es la primera vez que habla o por la acusación -haz hablado mucho de él, no hay vergüenza en admitirlo- aconseja con tranquilidad y comprensión.

Porque en todo este enfrentamiento no ha dejado de hablar sobre el shodaime, compararlos y extrañarlo aun cuando finja que no.

El Uchiha parpadea con dureza como si la idea estuviera haciendo su lucha para establecerse en su cabeza, suelta una carcajada alegre... negando en movimientos erráticos como si en verdad pudiera sentir a pesar de estar muerto -lo fuimos, lo acepto- es lo único que dice borrando un poco su diversión, mirándolo con esos ojos irregulares con intensidad y nostalgia -Sabes...- pone su mano en la barbilla- esta técnica tuya se me hace familiar... de ese otro chico con haori a cuadros verdes...-