capitulo 6

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La sala había terminado en un completo silencio cuando el invasor escapo en un desordenado montón, aun las gotas eran frescas en el suelo de su sangre y el suelo tenia marcas profundas de las espadas opacando el propio desastre que A había hecho en su ira antes de todo esto.

Se han quedado parados uno al lado del otro mirando fijamente a su anfitrión.

Sabían que acaban de recibir una preciada información visual junto con una probada de lo que el misterioso Daimyo guarda detrás de una presencia nula y ojos vacíos... archivaran esto, registraran y tan pronto como puedan asegurarse de tener identificada toda la línea de sangre de un monstruo al que Madara ha reconocido en este corto intercambio.

El principal motivo por el que el clan Senju este casi en su totalidad extinto es por este tipo de precauciones de las aldeas rivales, durante cualquier oportunidad y en su mayoría en las grandes tres guerras cada hijo que llevara ese nombre seria el objetivo primordial a eliminar... nadie quería una posibilidad mínima que viniera un descendiente con las cualidades de Senju Hashirama.

Nadie quería a un dios shinobi corriendo por las naciones elementales.

El calor se ha sofocado volviendo a la temperatura ambiente paulatinamente, los Kages están parados con sus guardaespaldas sin bajar la guardia hasta que sus anfitriones guardaron sus espadas en movimientos fluidos y sincronizados (se percatan que el acero es de diferentes colores)... el instinto asesino se lavó como si nunca hubiera existido y esa furia parecía tan lejana a los sentidos de varios veteranos.

-Que mierda es usted- A es el primero en romper mirando intensamente al joven Daimyo que aún no se ha girado, aprieta sus puños con inquietud ya sembrada -Como es que...- se interrumpe sin saber que decir, de que acusar cuando todo lo que ha visto no fue contra su aldea.

-¿Eres un Senju?- Onoki irrumpe con la boca seca, ojos cansados y viejos esperando cualquier indicio de que esto no está sucediendo... no solo las palabras de ese enmascarado se entierran sembrando discordia o miedo que han tenido por generaciones... sino sorpresa sin adulterar ante la indicación que esa molestia de clan siga existiendo.

No solo es una cuarta guerra es un linaje redescubierto.

Después de todo Kumo e Iwa fueron las aldeas más activas en borrar el famoso clan Senju y que haya alguien con ciertas características aun respirando les provocaba emociones nada placenteras.

Con sus aretes tintineantes a un viento ligero, el pilar solar y daimyo gira para mirarlos sin una pista de sus anteriores emociones abrumándolos... solo la nada absoluta, tan fresco como un civil y altivo como un hombre de disciplina... era aterrador.

-No creo que sea el momento de tales distracciones- evita las acusaciones con apenas nada, prefiriendo mirar a su pariente que da un paso adelante sin vacilar interrumpiendo que las sombras más conmocionadas continuaran -moviliza a las doce lunas, quiero que persigan y traigan la cabeza a Ubuyashiki-sama...- ordena con calma -Asegúrate de llamar a los Hashira a la capital- añade con un tono de finalidad.

-Como ordene- El Hashira lunar se inclina modestamente abandonando la sala sin otra mirada dejando solo a Uzui como respaldo visible para su líder, seria ofensivo para los shinobis tal muestra descarada de arrogancia... si no hubieran ya visto las capacidades escondidas de su anfitrión.

Mei quien se ha percatado de la tensión de sus otras contrapartes sonríe honestamente divertida y cautivada por el hombre un tanto intrigada de saber si esta casado, se percata que el Kazekage a su lado ha unido ciertas piezas tal vez con solo rumores o registros y a la vez apartarse del camino al ser uno de los pueblos menos afectados por el linaje Senju.

Un País Entre La Nieve/Kimetsu No Yaiba X Naruto ShippudenWhere stories live. Discover now