Parte 15:

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Narra Ginny:

Minutos Antes:

--Yo también-- le susurré a Harry y después se fue corriendo junto con los chicos, a salvar a Draco

Me quedé como una tonta mirando la puerta, con un mal presentimiento creciendo en mi pecho, no sabía que me pasaba pero quería creer que mi instinto no se equivocaba, algo estaba mal y sentía que alguien estaba en peligro, supuse que era Harry o Draco, y eso me preocupó mucho más.

Dirigí mi vista de nuevo hacia Andrómeda. Solo llevaba unas horas allí pero ya estaba demacrada, con ojeras, los labios rotos y secos, la respiración tan pausada que hasta parecía que ni respiraba. Tenía mucho miedo por ella, no quería que muriera, no de esa forma, el medimago tampoco me habia dicho si estaba sufriendo de alguna forma, lo que también me preocupaba, siempre creí que moriría por la vejes dentro de muchos años más.

Creí que vería a Teddy dar sus primeros pasos, cuando fuera al preescolar, o cuando entrara a Hogwarts, se perdería de todos esos momentos importantes para el pequeño, solo por una equivocación.

Apreté mis puños enojada, todo eso habia sido culpa de Cho, no mía, ella habia mandado a poner ese veneno en la manzana, con el fin de que yo me la comiera, pero no fue así, su plan falló, y yo me encargaría de que pagara por la muerte de Andrómeda.

Tomé la mano de ella, y suspire pesadamente, ahora debía cuidarme mucho más, tenía a un bebe creciendo dentro de mí, un hijo de Harry y mío, que por suerte no habia salido lastimado. Comencé a sospechar que a lo mejor Cho ya sabía de mi embarazo, y que tal vez San Mungo no era tan seguro como decían, ella debía tener muchos espías en los altos mandos del mundo mágico, se habia encargado de sembrar la duda y la incertidumbre en nosotros, ya nadie confiaba en nadie.

Justo en ese momento, las luces se apagaron de golpe, dejando todo en una profunda oscuridad, apenas eran como las tres de la tarde, pero las cortinas de la ventana estaban cerradas, así que por eso quedé totalmente a ciegas.

Saqué mi varita con rapidez.

--"Lumus"-- murmuré segura y la punta de mi varita de encendió

Fue la luz suficiente para iluminar parte del cuarto, y con eso me bastaba. Caminé hacia la ventana y abrí las cortinas para que entrara un poco de luz. Después miré extrañada el techo en donde estaban las luces, no sabía cómo funcionaban allí, pues sabía que con electricidad muggle no debía ser.

Caminé hacia la puerta, abriéndola pero sin salir por completo. La luz no solo se habia ido en la habitación, todo el hospital parecía haberse quedado completamente a oscuras, pero lo que me extraño aún más, es que no habia ni una persona a la vista, estaba sola, ni un medimago, enfermera o secretaria.

La luz solar no llegaba por completo al pasillo, dejando unas partes de este a oscuras, lo que me hacía desconfiar haciéndome sentir nerviosa, podia sentir una mirada pesada en mí, pero no veía a nadie. Recordé, esa película muggle de terror y suspenso que habia visto con Harry hace un tiempo, nos habíamos mudado a Grimmauld Place y como era un gran paso, decidimos celebrarlo, pero no fuimos a cenar, nos quedamos en casa y Harry con ayuda de Hermione habia conseguido un televisor muggle.

Un aparato que en el momento me pareció muy fascinante, y me prometí comprar uno cuando tuviera la oportunidad. El caso es que, juntos vimos películas toda la noche, una de ellas se llamaba "El resplandor" según lo que sabía estaba basada en un libro del mismo género de terror. Justamente ese pasillo, me recordó a esa película, solo esperaba que no se me aparecieran de repente unas gemelas preguntándome si quería jugar con ellas.

Reí un poco por mis pensamientos y volví a entrar a la habitación, cerrando la puerta detrás de mí por simple seguridad, hacía mucho calor, pero no me atreví a dejarla abierta, me daba miedo.

Siempre JuntosTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang