CAPITULO 3: Jardín de Invierno

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"No. ¡Por favor! He hecho lo que me pediste. ¡Déjala ir!" 

Una mujer con túnica roja sedosa y joyas de oro estaba de rodillas suplicando y llorando. Otra mujer yacía sin vida en la cama. Con la ropa y el cabello despeinados. Las lágrimas rodaban por su pálido rostro. Su cuerpo se mecía sobre el colchón mientras un hombre la empujaba con violencia dentro de ella. 

"¡Por favor! ¡Te lo ruego! ¡Que se detenga!" - La mujer de rodillas se arrastró hacia el hombre sentado en una silla. 

"Sabías que esto pasaría si fallabas" - la mujer bajó la cabeza, temblando de miedo.

"Dijo que puso las drogas en su bebida. Dijo que estaba hecho". - El hombre la pateó y ella gritó de dolor. 

"Sí, lo hizo. ¡Pero no murió, puta inútil!" - El hombre sacó su cuchillo y lo colocó en la mesa junto a él, - "Dijiste que tu jefe es uno de los PAQUETE DE CABEZAS y de hecho lo es. Tu tarea era mantenerla en su burdel y no enviar sus títeres a mis hombres." - Cogió el vaso pequeño de vodka y se lo bebió. Dejó escapar un sonido de satisfacción después de sentir el ardor en su garganta.

"Siempre ha sido difícil entrenar a Mi Lady para traicionar a su maestro, pero no es imposible si encuentras a su debilidad". 

Miró a la mujer que estaba siendo agredida. La mujer de rodillas gimió al ver que violaban a su hermana." - Sabes más de un nombre, ¿no?" - La mujer se estremeció mirando a los ojos oscuros y enfermizos del hombre. Todo su cuerpo temblaba y las lágrimas rodaban por su rostro.

"N-No..." - El hombre se reclinó en su silla y suspiró. 

"No me dejas otra opción" - miró a su lado, - "Acaba con ella"

Y el otro hombre agarró la pequeña garganta de la chica que yacía debajo de él y presionó más y más fuerte. La mujer se retorció, tratando de zafarse y golpear los brazos que bloqueaban sus vías respiratorias, pero el hombre era demasiado fuerte cuando sus ojos comenzaron a girar hacia atrás y su rostro se volvió de un tono rojo y morado, hasta que su último aliento escapó de su cuerpo. Sus pequeñas manos cayeron a su lado. La mujer de rodillas miró con ojos grandes el cadáver de su hermana y gritó de miedo al suelo.

Toda la razón de su traición y la vida que la mantuvo en marcha ahora se había ido frente a ella. 

"Ahora, dígame quiénes son y se salvará", - dijo el hombre con la cabeza apoyada en la palma de la mano. La mujer tembló. 

Todo su esfuerzo se había ido. Su hermana estaba muerta e incluso si sobreviviera a esto. De ninguna manera Mi Lady no se daría cuenta de su traición. Le guste o no, la muerte es la única forma en que se encontrará. Miró al hombre que la miraba con cara de aburrimiento. Con piernas temblorosas, se puso de pie y se acercó a él. El hombre no se movió y la miró.

"Me lo quitaste todo". - Dijo antes de agarrar el cuchillo de la mesa. 

El hombre se estremeció antes de que las gotas de sangre le salpicaran la cara. La mujer cayó al suelo y él miró el cuerpo sin vida a sus pies. 

"Qué grupo de cobardes", - pateó su cuerpo lejos de él y sacó su teléfono. - "¿Cuándo llega ese barco?" - Preguntó mientras se limpiaba la cara con su pañuelo verde.

"En 20 minutos, señor". - El otro dijo. 

"Bien. Que comience el espectáculo." - Cerró su teléfono y se puso de pie. - "Limpia este lío y envía sus cabezas como regalo a Mi Lady. Ella se sorprenderá gratamente."

Y salió de la habitación.


(UBICACIÓN: FLORERÍA "HORTENSIA")

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