Capitulo 32

248 16 3
                                    

Las personas gritan mi nombre mientras camino hacia el ring. Muchos me tocan y me dan lo que ellos creen que es apoyo, pero en realidad lo único que me dan es bacterias. Troto más rápido para evitar eso, ya que no puedo decir nada porque ellos son los que pagan mis gastos con sus grandes apuestas que siempre van a favor mío. ¿Y cómo no? Si solo he perdido una vez y todos saben que fue planeado para que el niño Snape, Mattias, no sufriera.

Me subo al ring y mis ojos se encuentran con los de Beetzi, vestida de negro y con una de mis gorras sobre su cabello recogido. A pesar de que traté de evitar que ella estuviera aquí el día de hoy, por el peligro que corría, no hay nadie que pueda llevarle la contraria y eso es algo que he tenido que enfrentar durante estas dos últimas semanas. En lo único que me hizo caso fue que dejara que sus escoltas la acompañaran, y es lo que veo cuando mis ojos se encuentran con el que peor de caer de ellos.

El imbécil que me inyectó no se había querido separar de Beetzi y en una ocasión lo encontré con ella encarcelada entre sus brazos. De solo recordarlo mi sangre hierve.

****hace dos días****

Golpeo el saco una y otra vez con toda mi fuerza hasta que mis nudillos duelen. Mi cuerpo entero quema y tengo que frenarme cuando las heridas que no se han curado completamente me arden de sobremanera. La loca de mi nov... Beetzi me sigue regañando por eso, pero no puedo frenar mi entrenamiento cuando en pocos días tengo pelea en el Oasis para estrenar el nuevo centro, mucho más grande y más moderno, con la pelea del año, como dijo Mattias.

Uno de los mejores peleadores de la ciudad, uno invicto al igual que yo, difícil de derrotar por sus estrategias inteligentes reforzadas por conocimientos de artes marciales, que a pesar de que tiene una carrera comprometedora en el boxeo, sigue asistiendo a al tipo de pelea que promueve el oasis, para no perder la práctica callejera.

El tipo es bueno en él lo que hace, por lo que no puedo perder mi rapidez, fuerza e inteligente a la hora de enfrentarme a él. No soy una persona que pierde y eso es algo que él también sabe. Doy un último golpe al saco y después doy un paso atrás, evitando la mirada del hermano mayor de Beetzi, que fue el único que ignoró mi presencia para entrenar, los otros se fueron apenas entré.

- ¿Qué haces aquí? - la pregunta de Broadleyi me confunde, porque todos saben la razón por la que estoy aquí.

-Tu hermana me trajo.- le respondo y me giro para verlo lanza una toalla seca hacia un lado.

-Todos sabemos eso, pero no entiendo una cosa.- ruedo los ojos mentalmente. Ya me arruinaron la práctica.- ¿Por qué sigues aquí? - niego con la cabeza ante eso.

- ¿A qué te refieres? - que diga las cosas de una vez, que me estoy comenzando a cansar y no soy una persona paciente. No me importa si es el mismísimo dueño de una agencia de seguridad y el hermano mayor de la que se cree mi novia.

Broadleyi da un paso al frente.- Beetzi te trajo aquí por el simple hecho de que los maleantes que la querían secuestrar te vieron la cara, y ella se preocupa por la seguridad de todos... Más sin embargo, Tú has podido irte desde hace mucho, nadie te habría detenido. ¿Tienes miedo de ellos? - ruedos los ojos.

-Primero, Beetzi me hubiera detenido incluso antes de que cruzará la puerta de salida y segundo, no le tengo miedo a ninguno de esos tipos. Yo no soy su objetivo, es Beetzi... Y esa es la respuesta que andabas buscando. No me interesa hablar contigo ni con ningún miembro de tu familia a parte de Beetzi, que te quede eso bien claro.- agarro la toalla seca que deje en la máquina de trotar para después irme, pero las palabras de Broadleyi me detienen.

- La luz de Beetzi atrae a todos, y aunque es mi hermana, la cual amo con toda mi alma, sé con toda la certeza del mundo que los que atrae los único que le hacen es daño, apagan su luz...

Divina Obsesión (+18) CompletaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon