Capitulo 31

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Yo no voy a fallar.

Adam

Gruño contra el oído de Beetzi y ella gime con fuerza cuando la penetró desde atrás, presionándola con fuerza contra la pared fría. Mi mano se coloca sobre la suya y le doy con más fuerza, provocando que sus paredes se aprieten contra mi miembro.

Ella gime con fuerza e inmediatamente le coloco mi mano libre sobre su boca. Si alguien nos escucha tendremos que pagar las consecuencias de hacerlo en este lugar y no quiero eso. Necesito enterrarme en ella, hacerle gemir mi nombre, que su cuerpo tiemble bajo mí toque, que mi cuerpo reclamé el suyo y mi marca se tatué en su piel.

-Adam.- susurra y la embisto fuerte y rápido, agarrando su cabello con fuerza con la mano que sostenía la suya para acercar su rostro al mío y besarla, volviéndola más loca de deseo por mí. Su cuerpo se contrae y bajo el ritmo cuando siento que un orgasmo empieza a llenar mis bolas.

No quiero que esto termine.

En la última semana nos habíamos vueltos adictos a esto, a estar unos sobre el otro. Yo quise mantener mi distancia desde que le dije a todos que era su novio, Dios lo sabe, pero también sabe que de Beetzi nadie se escapa y mucho menos cuando le dije que ella no era mi novia, lo que terminó en ella sobre mí, con mi polla dentro de su boca y palabras estúpidas saliendo de mis labios.

La muy loca me grabó diciendo que era su jodido esposo, que era mi mujer, que era mía. De novio pase a ser su esposo, más lo peor es que esas palabras salieron de mi boca y ella lo tenía como tono de llamada y mensajes, por lo que tenía que aguantar mis ganas de asesinarla cada que lo escuchaba. Incluso se atrevió a colocarla de mi tono de llamada para ella, haciendo algo para que yo no lograra cambiarlo. No sé qué le hizo a mi teléfono, pero ahora obedece a ella.

Está loca.

Pero a la mierda, está loca sabía follar.

Ella se viene contra mis brazos y yo muerdo su labio con fuerza, probando la sangre que provoca una oleada de calor que hace que me derrame dentro de ella. La abrazo contra mí sin querer soltarla y ella se apoya en mi cuerpo, colocando sus manos sobre mis brazos mientras dejamos que nada de mi semilla salga de ella.

Si fuera otra chica, tal vez me preocuparía por eso, pero desde que la probé la segunda vez, no he estado con más nadie, aunque lo odie ( ella ocupa demasiado de mi tiempo para andar pensando en otras mujeres) y sé que ella tampoco ha estado con otros, y solo yo estoy en su mente.

- Necesitamos dejar de hacer esto.- susurra y yo le doy un beso en la mejilla que la hace sonreír. Le encanta que le dé muestras de cariño que pasan en contra de mi voluntad ( eso es lo que me sigo diciendo para no admitir que la loca me volvió loco)

- ¿Dejar de qué? -muerdo su lóbulo - ¿Dejar de follar? -ella se ríe.

- ¡Claro que no! , pero si debemos dejar de hacerlo en lugares prácticamente públicos. Ya es suficiente con los vídeos que andan rondando por ahí... Sin contar que ya el mundo te conoce como el novio de Beetzi Guerrero.- una risa sale de mí junto a un bufido. Me salgo de ella y nos comenzamos a arreglar.

- Si quieres dejar de hacer eso pues tienes que dejar de provocarme.- le digo y ella sonríe astuta mientras se acomoda su vestido blanco. Yo solo me subí el cierre y acomodé mi cinturón para después peinar un poco mi cabello.

- Yo no hice nada.- se arregla su cabello.

- Claro, debe ser que no apretaste mi miembro debajo de la mesa mientras hablabas con Jasson.- me mira inocente y yo la pego a la pared, besando ligeramente sus labios.

- Yo no fui.- susurra y rodea mi cuerpo con sus brazos.- Así que dime ahora mismo quien fue para poder acabar con aquella que se metió con mi hombre.- suelto una carcajada ante esas estúpidas palabras y ella sonríe feliz por el sonido. A veces pienso que mi risa la hace feliz.

Divina Obsesión (+18) CompletaWhere stories live. Discover now