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Me senté en la banca justo fuera del edificio donde el equipo de natación entrenaba. Habían llegado bastante tarde, tal vez demasiado y todos lucían cansados, además de Hyunwoo y Hoseok, asistieron otros chicos para participar en diferentes categorías.

Ni siquiera pudimos saludar a Son puesto que el entrenador quería hablar con todos ellos. Así que decidimos que no festejaríamos ese día y lo dejaríamos para mañana. O al menos eso les dije a Soojin y Kihyun quienes se fueron pensando que yo también lo haría, honestamente, ni siquiera entendía porqué me había quedado, pero ahí estaba, entreteniéndome con el teléfono en lo que Hyunwoo salía. 

Jooheon y Changkyun pasaron un rato antes junto con la mayoría del equipo y Hoseok, trataban de consolar a este último por su bajo rendimiento en la competencia. Lee apenas atinó a saludarme a la lejanía, tal vez pensando que seguía molesta o algo por el estilo, me dije a mí misma que tenía que hablar con él más tarde. Aun con todo, no quería perder su amistad, incluso si ya estaba casi segura que mis sentimientos románticos por él estaban bastante muertos, todavía quería ser su amiga.

El reloj marcaba las diez de la noche y la batería de mi teléfono se terminaría en cualquier momento, la impaciencia me consumía y sólo quería ver a Hyunwoo de una vez por todas. Como si mis oraciones fueran escuchadas, por fin lo vi salir en compañía de otro chico, ambos iban riéndose de algo y Son casi no me ve por la oscuridad.

Se despidió de su amigo y con una gran sonrisa que sólo se podía apreciar por la luz de la luna y del alumbrado público, se acercó a mí. Sin poder evitarlo, también sonreí, de repente estaba emocionada de verlo, se sentía como si lleváramos meses separados cuando sólo había pasado un día.

—¿Qué haces aquí? —preguntó de buen humor.

—Quise esperarte —respondí, nuestros ojos hablaban su propio idioma.

—¿Estuviste aquí todo este tiempo? —su tono denotaba incredulidad pero su cara era pura dicha.

Me encogí de hombros, restándole importancia. Aunque tenía hambre y el teléfono ya casi se apagaba, al final valía la pena.

—Tenía que felicitarte —expliqué.

Casi al instante, abrió sus brazos y pudimos abrazarnos. Me sostenía, podía sentir su corazón acelerado, el mío estaba de la misma manera y los dos sabíamos que las cosas eran distintas esta ocasión. Porque simplemente me negaba a apartarme y tampoco era que él quisiera alejarse. Creo que los dos lo sentimos.

—Felicidades —murmuré, alzando mi rostro para poder mirarlo.

Como era más alto que yo, tuve que ponerme de puntillas para que mis labios tocaran los suyos. Un beso fugaz, que sólo nos dejaba con ansias de más. Pero la diferencia de altura lo volvía complicado, para mí, y él parecía casi paralizado, su mente todavía estaba procesando lo que había hecho. Si éramos honestos, ni siquiera yo terminaba de entenderme, en este punto ya no me importaba analizar mis sentimientos y los dejaba fluir con libertad.

Me miraba sin expresión alguna, estaba todo atontado y aunque me gustaba verlo así, en ese momento necesitaba que reaccionara.

—Agáchate un poco —sin romper nuestro abrazo, lo moví un poco, buscando que volviera en sí.

Obedeció con rapidez, antes de que pudiera hacer nada, Hyunwoo ya estaba besándome otra vez. Era delicado y gentil como siempre, mas notaba cierta impaciencia, era obvio que había esperado mucho por esto. Fue todo un descubrimiento darme cuenta que yo también estuve esperándolo. 

Los sentimientos florecieron en mi pecho, sus manos sobre mis mejillas, las mariposas en mi estómago y esa sensación de plena dicha. En ese momento no deseaba estar en otro lugar más que allí, junto a él, entendiendo lo tonta que fui por buscar en otra parte lo que ya tenía justo a un lado de mí.

Sonreímos al separarnos. Sus manos abandonaron mis mejillas, pero yo quería que me besara un rato más. En esta ocasión fueron mis manos las que acunaron sus mejillas y aprovechando que seguía agachado, lo besé.

—Pero sólo era uno —dijo separándose casi al instante.

—Esto no es porque ganaste la competencia.

No dejé que respondiera porque lo interrumpí con otro beso. Hyunwoo ya no opuso resistencia y me tomó de la cintura. Un escalofrío me asaltó con sólo ese toque, todo aquello era correcto, era lo que siempre necesité, sólo que tardé mucho en entenderlo.

—¡Haeun! —la voz de Hoseok sacudió nuestra burbuja.

Chocolate!! || Son Hyunwoo, Lee HoseokWhere stories live. Discover now