❝ i ❞

187 18 11
                                    

Conocí a Lee Hoseok el primer mes en mi primer año de universidad, yo cursaba la carrera de lenguas extranjeras, enfocándome especialmente en el inglés pues mi sueño era ser maestra. Estaba en la cafetería comprando mi almuerzo cuando mi tarjeta de estudiante marcó error y la mujer que atendía me dijo que no tenía fondos suficientes en mi tarjeta para pagar mi almuerzo.

Me sentí morir y me quise golpear por ser tan descuidada y no estar pendiente de algo tan básico como mantener en orden mis cuentas. En ese entonces yo me sentía toda una adulta independiente, viviendo en los dormitorios de la universidad y encargándome de mis propias cosas por primera vez en mi vida. Era un desastre, un completo caos pues todavía era una niña tonta y temblorosa que sólo había conseguido una amiga que ni siquiera era cercana. La realidad me daba una bofetada en la cara, recordándome que, después de todo, no era tan madura como me creía.

Di por perdido mi almuerzo de ese día, convenciéndome a mí misma de que de eso se trataba crecer y que, aunque tuviera dinero para ir a recargar mi tarjeta, no debía hacerlo como autocastigo. La universidad sólo era una simulación de la vida real, mis padres estaban pagando todas mis cuentas pero, en mi mente de novata, un error semejante no debía pasarme, por qué entonces, ¿cómo iba a ser en la vida real si no aprendía a llevar un orden? 

—No te preocupes —dijeron a mis espaldas, era él, tan guapo, tan simpático y tan amable—. Si quieres puedo pagarlo con mi tarjeta.

Me giré a verlo, y creo que fue allí cuando me enamoré de él. 

Tal vez fue esa sonrisa, ese gesto amable hacia mí, una completa desconocida, esos hombros anchos o ese rostro atractivo. Pero desde el primer momento me tuvo a sus pies. Lee Hoseok me enamoró apenas habló conmigo y ese mismo día me dije a mi misma que tenía que hacerlo mi novio.

—No es necesario —le dije, y me sonroje como la tonta niñita que era y que todavía soy.

—Insisto —volvió a sonreír, esta vez mostrando los dientes—. ¿Estás en primer año?

Sin dejarme intervenir, pasó su tarjeta y pagó mi comida, indicándole a la cocinera que él quería lo mismo que yo había pedido. 

—Eh, sí —musité, abrí mi bolsa y le tendí el dinero que había gastado en mí.

Él lo tomó con indiferencia, ahora sé que su intención había sido invitarme el almuerzo, y si me aceptó el dinero fue sólo para no ofenderme. Ya que iba a ser extraño si de repente un desconocida viene a querer pagar tu comida. Entonces no lo conocía, no podía saber que él era alguien tan único capaz de ayudar a cualquiera que se lo pidiera. Y por eso me gusta tanto.

—¿Qué estás estudiando? —se quedó a mi lado en lo que nos servía la comida.

—Lenguas extranjeras —por fin le pude sonreír, todavía intimidada por lo guapo que él era.

—¡Genial! Yo estoy en segundo.

—¡Oh! —me tapé la boca con las manos—. Lo siento, no sabía que eras mayor.

Y antes de que pudiera hacer una reverencia él ya estaba tomando nuestra comida y me entregaba la mía, riéndose de lo tonta que me veía con la cara colorada y los nervios a flor de piel.

—No soy tan mayor, no debes ser formal, si necesitas ayuda, no dudes en pedírmela, es difícil los primeros meses pero se te irá rápido el año.

—Gracias.

—Yo estoy en la facultad de ingeniería, por si me necesitas. 

Me volvió a sonreír, atontandome con ese simple gesto, luego alzó su mano y me dijo adiós para irse con sus amigos. Y así conocí a Lee Hoseok.

—Pero no me dijiste tu nombre —murmuré al aire, viéndolo partir con mi corazón en el bolsillo.

Él me hizo quererlo antes de siquiera saber su nombre y a dos años desde aquel encuentro, sigue despertando el amor en mí y sigo poniéndome nerviosa de sólo verlo junto a mí. Aunque sólo seamos amigos.

Chocolate!! || Son Hyunwoo, Lee HoseokUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum