V e i n t i c u a t r o.

5.4K 310 25
                                    

Cuando pude sentarme a tomar un respiro, ya llevábamos nueve días dentro de septiembre y el otoño amenazaba ya con un aire frío. El show final del tour en los Estados Unidos estaba por finalizar, para después dar paso al inicio de unas cortas vacaciones antes de arrancar la gira por Reino Unido. Jamás me sentí tan cansada y satisfecha por algo, a pocos meses de cumplir un año de que Harry llegara a mi vida, todo había cambiado por completo. Me encontraba en una fase plena, aunque si bien no era precisamente lo que tenía planeado, todo iba viento en popa.

La relación con Niklas se sentía sólida a pesar de que eran pocos los días que podíamos disfrutar a juntos, la producción de su nuevo álbum le tenía consumido tanto tiempo en Los Ángeles que sus visitas se reducían a sólo un par de días cada dos semanas. Aún así, me sentía tan segura con él que no dudé ya más sobre nosotros. Y por extraño que pareciese, la amistad entre Harry yo también mejoró. No obstante, Harry admitió no sentir agrado por Niklas aunque yo lo obligara a cenar con nosotros o acompañarnos en una que otra salida, después de un par de intentos me rendí y entendí que presionarlo no tenía caso. Aunque me hubiese gustado que él y Niklas se llevaran bien, después de todo, eran mi novio y mi mejor amigo. Me resigné a la idea de sólo verlos intercambiar un saludo cordial cada rara ocasión en que se encontraban de frente. Harry se limitaba a respetar mi espacio con Niklas, y Niklas a respetar mi amistad con Harry, era un pacto implícito y no acordado que ambos tenían.

Los cinco chicos se despedían del público antes de presentar la última canción. La última en que Harry siempre se volvía completamente loco, hacia piruetas, corría de un lado a otro y gritaba como loco eufórico. Nunca vi a nadie disfrutar tanto sobre el escenario como lo hacía Harry; bailoteando, brincando, interactuando con las fans y cantando a todo pulmón a lo largo de cada concierto. Me di el tiempo para disfrutar la última canción de aquel último concierto en América.


[...]


- ¿Entonces te esperamos para celebrar tu cumpleaños? - la voz de gruesa de Archie viajó por la línea.

Pude llamarlo al terminar el último concierto de camino al hotel.

-Supongo, aún no estoy segura. En realidad no quiero festejar demasiado.

-Eleanor, son veinte años. Dejas de ser adolescente, eso debe festejarse. - inquirió emocionado. -Además tu madre ya está planeando todo y eso que aún no nos has confirmado que vendrás. - una carcajada limpia resonó en mi oído contagiándome una igual.

Pude imaginar a mi madre ordenando un pastel vegano y buscando menús que no contuvieran carne o algún producto animal. Incluso buscando globos, serpentinas y manteles decorativos como si fuese a cumplir seis años y no veinte.

-Lo sé. - suspiré con una sonrisa. -Nuestro vuelo sale mañana por la tarde. Les llamaré en cuanto esté en Londres.

-Bien. Cuídate, Eleanor.

-Igual Archie, no vayas a cenar tocino o una porquería de esas. - le advertí y otra carcajada llegó a mis oídos.

-Por supuesto que no. Debo admitir que las hamburguesas vegetarianas de tu madre se han convertido en mis favoritas.

-Me alegra, Archie. - reí. -Bien, nos vemos dentro de un par de días. Saluda a mamá y a Kyle por mí.

Después de una despedida Archie cortó la llamada. Me alegraba que ahora todo fuera bien con él, me hacía sentir realmente bien conversar en el teléfono con él de vez en cuando sin que el único tema fuera mi madre o Kyle. Ya podíamos comunicarnos como dos personas civilizadas. Él llamaba cada dos o tres días para preguntarme cómo iba la gira y de vez en cuando, también hablaba con mamá.

Starstruck | h. s. | a. u. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora