18. La belleza de las flores

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Hay ventajas en que la escuela sea tan grande.
A pesar de que las áreas para prácticas y patios se roban la mayoría del área de los jardines, aún así queda un sitio libre detrás del edificio principal. Es una pequeña zona que cuenta únicamente con un árbol no muy grande y un espacio lleno de césped y grupos de flores esparcidos por ahí.

Es un pequeño rincón alejado, silencioso y agradable, justo lo que necesitaba.
Llevé mi cuaderno para intentar dibujar y relajarme, pero no tardé en dejarlo a un lado y limitarme a juguetear con las flores. A pesar de que había de una variedad decente de colores, me provocaba un poco de inquietud el que hubiera una cantidad considerable de flores de tonos que iban entre el rojizo y anaranjado oscuro.
Muy similar al color que tenían el cabello y ojos de Akane.

- No puedo estar pensado en eso todo el tiempo... ¿Verdad?

- ¿Pensando en qué?

Solté un pequeño respingo involuntario por culpa del susto que me provocó escuchar una voz de la nada, cuando se suponía que yo estaba solo aquí.
Miré detrás de mí, y donde antes se encontraba únicamente la pared ahora estaba el dueño de esa voz conocida.
No sabía si alegrarme o no de ver a Hanako después de todo esto.

- Uhm, hola Hanako

- ¡Hola! ¿Qué haces? Estaba buscándote, pensé que irías a verme pero solo me dejaste esperando en el baño

Hanako hizo un ligero puchero mientras flotaba a mi lado, sonreí ligeramente y me disculpé.

- Lo siento, tenía ganas de estar solo un rato

- Entonces, ¿Debería irme...?

- ¡No! Está... b-bien si te quedas, digo, ya estás aquí así que...

Me quedé un tanto desconcertado por la rapidez con la que me negué a que Hanako se fuera, así que supongo que por eso me sentí avergonzado también.
El espíritu me miró atentamente con esos brillantes y hermosos ojos anaranjados antes de sonreír y asentir.

- Bien, me quedaré

Él dejó de levitar para poder sentarse a mi lado. Lo miré por unos segundos antes de que una idea curiosa se pasara por mi mente.

- Hanako, tu... puedes interactuar con objetos, ¿no?

- Eh por supuesto, ¿Por qué la pregunta? ¿Quieres que juguemos con "cositas"?

La mirada que me dirigió el chico me hizo sentir cómo me sonrojaba al darme cuenta de a lo que se refería, me apresuré a negarme mientras retrocedía un poco.

- ¡N-no hablaba de eso! M -me refería a las flores, ¿Puedes agarrarlas?

- Que aburrido... Sí, mira

Hanako se inclinó un poco para tomar una flor rojiza entre sus dedos, tirando ligeramente de ella y arrancandola de entre el césped.

- ¿Por qué? Tú puedes hacer lo mismo

- Obviamente, pero me refiero a que si... Si yo... Uhmm...

No sabía cómo decirlo sin sentir un poco de vergüenza, así que terminé por quitarle la flor a Hanako y acercarme a él. Por un momento él pareció confundido, quedándose quieto y dejándome acercarme lo suficiente como para poder llevar la flor encima de una de sus orejas.

Dudé un poco, pero finalmente me animé a tocar su cabello.
Nunca le había prestado atención, pero ahora me doy cuenta de que es bastante suave... y algo seco al mismo tiempo.
Pasé el tallo de la flor detrás de su oreja, y me entretuve por unos segundos entrelazando su cabello de forma que no se fuera a caer la flor.

Rumores /-Hanako X Male Reader-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora