Capítulo XI

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- ¿Adrien...? - mustió por lo bajo aún medio dormida.

- Hola Bogaboo - le sonrió enternecido al ver como ella se refregaba los ojos a la vez que soltaba un largo bostezo.

- ¿Q-qué haces aquí? ¿No se supone que estés en Hong-Kong? - preguntó media dormida sin entender aún que era lo que ocurria.

- Sorpresa - canturreó casi en susurro dejando una tierna caricia con su nariz sobre la de ella, causando que ésta lo tomara de las mejillas.

- Pero... - Adrien acortó los pocos centímetros que habían entre ambos, iniciando un beso de lo más esperado.

Un beso el cual muy de a poco empezó a prolongarse con ansia y anhelo.

Adrien afianzó su abrazo acercándola más a él, mientras que Marinette subía sus brazos envolviéndolos por detrás del cuello. Aún no entendía del todo porque su marido se encontraba a un lado de ella besándola y no en donde él le había dicho que estaría.

No obstante, y a pesar de que todavía estaba media dormida, pensaba disfrutar de ese beso igual que aquel día, hace ocho años atrás, cuando el rubio le pidió que fuera su novia y sus labios se juntaron con el mismo afán que el de ahora.

Luego se preocuparía en averiguar como y cuando es que se le había ocurrido sorprenderla de esa forma.

Adrien esbozó una emocionado sonrisa al sentír como su Lady comenzaba, poco a poco, a acariciar su rubia cabellera con ternura y ferrbor, dándole a entender que ella también estaba dispuesta a aviviar aún más el momento.

- Si soy sincero, me esperaba otro tipo de recibimiento cuando volviera... pero no me quejo, este está mejor - sonrió al momento en que la ojiazul se posicionó sobre él, sin dejar de recibir pequeños besos en sus labios por su parte - Si todos serán de esta forma voy a plantearme muy seriamente en irme más de viaje solo para disfrutar de este tipo de bienvenidas - comentó al final.

Marinette soltó una risita divertida a la vez que se alejaba un poco suyo, usando el peso de sus brazos quedando frente a él.

- Aún no entiendo del todo lo que eatá pasando - se acomodó mejor, quedando prácticamente semi sentada sobre él - Pero prefiero esperar a mañana para poder enterarme, ahora solo quiero disfrutar de mi marido antes de que todo esto termine siendo un sueño del cual mi mente me esté engañando - agregó, sintiendo como las manos de Adrien recorrían su cuerpo, las cuales iban desde su cintura hasta el término de sus muslos.

- Te puedo asegurar que no es ningún sueño mi vida... estoy aquí, a tu lado - subió sus manos a las mejillas de ella dejando un pequeño roce cariñoso.

- Y no te volverás a ir, no sin mi - azul y verde conectaron por completo, haciendo que la atmósfera entre ellos fuera aún más íntimo.

- Nunca - confirmó guiñándole un ojo de forma coqueta, para luego volver a unir sus labios con los de ella.

Entre beso y beso comenzaron nuevamente con las caricias, las cuales fueron de menos a más en cuestion de segundos. Marinette fue la primera en tomar la iniciativa, empezando a desabrochándole la camisa, botón por botón, dejando un beso sobre su pecho por cada botón desprendido.

Por el lado de Adrien, éste solo se dedicó a contemplarla sonriente mientras le apartaba alguno de los mechones que le evitaban continuar con su labor tranquilamente. Ya con la prenda abierta por completo, y todo su pecho cubierto por los besos de su esposa, la ayudó a que terminara de quitársela del todo.

Cuando fue su turno, decidió no perder tiempo y sacarle de un simple tirón el buzo manga larga de su pijama, llegando a rosar su piel tiernamente sus pulgares con ambos pulgares en la zona de su vientre, haciendo que Marientte le dedicara una pequeña sonrisa y luego se acercara hasta su rostro, compartiendo un cariñoso beso esquimal.

Ceci Est Notre Début [Adrinette - MLB]Where stories live. Discover now