Capítulo 39:"Placer"

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---Yo no te quitare las ganas que te dejo tu querido ruso -le susurro con malicia Mehmet observando como los ojos de ella estaban dilatado.

---Eres un maldito Mehmet -exclamo ella señalándolo con su dedo y el se rio abiertamente de ello.

---¿Yo? -pregunto con fingida inocencia -Para nada querida Carolina, te recomiendo es que te metas a tu baño y te des una ducha bien, pero bien helada para que te baje esas ganas que andas y que te metió el hombre que duerme a solo unos pasos de tu habitación -añadió riéndose.

Ella frunció el ceño y lo observo salir de ahí con tranquilidad, a pasos rápidos camino hacia la puerta y lo observo que ya estaba llegando a las escaleras cuando sin importarle que su hijo escuchara grito:

---YO NO ESTOY CALIENTE, SOLO ES EL ESTRÉS QUE ME TIENE ASI -grito ella y vio como Mehmet daba media vuelta y la observaba divertido. --YO NO DIJE QUE LO ESTUVIERAS -le respondió el en un grito -TU SOLITA TE ACABAS DE VENDER -añadió y Carolina apretó sus labios con furia.

--MALDITO TURCO DE MIERDA, ME LA PAGARAS CARO -dijo saliendo de la habitación hecha una furia y Mehmet reía a carcajadas mientras bajaba con rapidez las escaleras.

Cuando ella estuvo al inicio de las escaleras lo observó doblar la esquina y perderse en el pasillo con sus carcajadas resonando, resoplo con indignación por la mentira que él decía ¿Por qué era mentira lo que él decía? ¿Verdad? Se cuestiono así misma, y al no poder responderse así misma dio un pequeño golpe en el piso con sus tacones y daba media vuelta para ir a su habitación. Al pasar por la habitación de Sasha se detuvo en seco en su puerta. Trago saliva con pesadez mientras daba un paso al frente de esta, tal vez lo que estaba por hacer era una locura, pero necesitaba probar su piel y dejarse ir en esos momentos que tanto había anhelado, en los cuales también se había masturbado en su nombre, dio un paso inseguro mientras llevaba su mano y dio dos toques firmes, espero un minuto y no hubo respuesta.

Volvió a tocar estaba vez no dio dos golpes si no tres y decidió llevar su mano la manija la cual cedió con facilidad, no podía creer le sudaban las manos, cuando abrió la puerta observo que el se despertaba exaltado, que una capa fina de sudor le recorría el cuerpo haciendo que se sonrojara cuando el la observo, y le brindaba una sonrisa tímida, muy escasas en ella. Se estaba comportando como una adolescente que no sabía lo que quería cuando entraba a la habitación con un chico detrás de ella, se aclaro la garganta cerrando con cerrojo la puerta y Sasha levanto ambas cejas extrañado por aquello, ella dio un paso hacia delante mientras se descalzaba y llevaba sus manos hacia la camisa que llevaba la cual se la quito con rapidez dejando a la vista sus pechos los cuales estaban libres de prenda, el trago saliva mientras sentía como su miembro comenzaba a endurecerse.

---¿Carolina que estas haciendo? -le pregunto en voz baja viendo ahora como se desabrochaba el pantalón que llevaba y este comenzaba a bajar con rapidez por sus piernas.

Pero su mirada se detuvo en las bragas de encaje blanco que cubría sus partes, sintió como su garganta se secaba al instante y respiro con fuerza cuando ella se las quito y camino hacia el desnuda, lo que el observaba era una escena completamente erótica de algún libro pensó no perdiendo de vista el cuerpo de ella, cada paso que daba era un delito. Ella se subió encima de el sin dejar de verlo y el retuvo el aire en sus pulmones, si aquello era un sueño no deseaba despertarse nunca.

Carolina movió sus caderas de atrás hacia delante con suavidad, sin dejar de observar la mirada el, esa que se estaba oscureciendo con rapidez, la erección que sentía entre sus piernas era algo celestial para ella quien gimió, cuando las manos de el comenzaron a mover sus caderas con más fuerzas sobre sí mismo.

Ella podía sentir como su humedad mojaba el bóxer que tenia el puesto, pero eso no les importo a ninguno. Sasha llevo su rostro hacia los pechos de ella y aspiro el olor del cuerpo de ella, el cual era el mismo que recordaba, ese inigualable olor a vainilla y fresas, sus labios recorrieron la clavícula de ella dejando besos húmedos y pequeñas mordidas las cuales la hicieron gemir, mientras sus caderas se mecían sobre el con vehemencia.

DE DAMA A REINA®[SAGA AMORES DE CLUBES I]+18✔Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt