nudes [trueno x maria becerra]

53

Mateo Palacios

se que debía mostrarme fuerte, pero no puedo. estar aquí en el lugar frente al cuerpo del bebé me hace sentir vacío de alguna manera, mis lágrimas salieron inevitablemente.

voltee a mirar donde mi suegra tenía a gre, sonreí a penas, abracé con un poco más de fuerza a mari, la cual tenía la mirada fija en el pequeño ataúd.

después de un rato el sacerdote terminó de hablar, y seguía la parte más difícil y dolorosa de todo esto, dejar que lo entierren.

tragué en seco, los trabajadores me miraron como para que les dijera si ya podían hacerlo, asentí lento mirando como dejaban caer lentamente el ataúd en el agujero.

todos los que estabamos presentes traíamos una rosa blanca, las dejamos caer dentro y segundos después comenzaron a rellenar con la tierra.

-todo está bien, amor.- susurré a mi novia, para después dejar un beso sobre su cabeza. ella se abrazó con más fuerza a mi,mirando todo lo que hacían los trabajadores.

mi suegra nos acercó a gre y la alcé con cuidado, mientras que mari abrazó a su papá, suspiré alejándome un poco de todos, miré a mi hija.

-no te preocupes princesa, tu hermano te va a cuidar donde sea que esté.- susurré solo para ella, gre sólo se acomodó en mis brazos, sonreí con lágrimas en los ojos.

-y mamá va a dejar de llorar y yo también y vamos a estar todos bien, lo prometo.- finalicé dándole un besito en la cabeza.

alcé la mirada y duko se acercaba.

-mateo.- saludó con una pequeña sonrisa.

-duko.- le devolví el saludo.

-es linda, seguro de grande es fachera igual que el papá.- apoyó una de sus manos en mi hombro. asentí.

-seguro que si...- solté un suspiro.

-todo va a estar bien, amigo... te lo aseguro...- me dirigió otra pequeña sonrisa y asentí lentamente.

se alejó nuevamente, miré hacia el frente y ahí estaba franco, volví a mirar a Mari y ahora estaba hablando con Belén.

caminé hacia él con la bebé en brazos.

-nieto.- saludó. -como la llevas?-

-hola.- respondí al saludo. -mejor que Mari, creo...- suspiré, se acercó más para poder mirar a gre.

-que tierna... tiene los ojos de la madre.- sonrió.

-seguro mi hijo también los tenía...- murmuré.

-seguro que si los tenía... pero no sigas torturandote más, si esto pasó fue porque tenía que pasar, no estaba en tus manos,hijo.-

-pero si yo no hubiera cortado con Nicole esto no habría pasado, Mari estuviera bien ahora...- miré a mi hija.

-mateo no, si vos no hubieras terminado con ella no tendrías a esa bebé tan linda ahora, su hermano no está, pero ella sí, solo hay que salir adelante, vos y Mari son fuertes, van a superar todo esto, lo sé.- habló, lo escuché atentamente, Mari se acercó.

-franco, hola.- saludó sin ganas, sentí como se apoyó en mi hombro.

-mari, hola.- le sonrió levemente.

-chicos, no estén tristes por más tiempo... le contagiarán todo eso a la nena... y le hará mal también, sé que es difícil superar un fallecimiento así... pero son fuertes ustedes dos, y van a sir de esta, lo sé.- volvió a hablar con una pequeña sonrisa en los labios.

-gracias.- susurró Mari.

-saben? cuando sea de noche busquen la estrella que más brilla, esa estrella seguro es el bebé, porque es fruto de todo el amor que se tienen ambos.- finalizó. -nos vemos después, tengo que estudiar para mi examen de psicología.- miró a Mari y le guiñó el ojo, esta sonrió un poco más.

-no necesitarás suerte, seguro que apruebas con diez.- habló ella, lo abrazó.

nos despedimos de franco y se fué, nosotros volvimos con los demás.

-estas cansada, mi amor?- murmuré hacia mi novia, ella asintió, nos despedimos de todos.

nos fuimos casi al mismo tiempo que todos, la diferencia que nosotros fuimos en Uber, queríamos llegar lo más pronto a casa, Mari tenía alzada a la bebé.

después de un rato, llegamos. abrí la puerta dejando pasar a Mari primero, subimos juntos a la pieza dejando a la bebé dormida en la cuna.

por suerte sólo compramos una cuna, porque no había otra.

-nos bañamos juntos, amor?- pregunté, ella asintió.

después de un rato ya estábamos cambiados y listos para la siesta, nos recostamos juntos, la abracé en cucharita, ambos mirando hacia la bebé.

-creo que franco tiene razón...- murmuró.

-el siempre tiene la razón.- suspiré.

-si, pero me refiero a que... creo que debemos de tratar de estar mejor.- sentí como sonrió a penas. asentí.

-y pronto vamos a superar esto del todo, amor. lo prometo.- besé su cabeza.

-te amo, mate.- susurró.

-y yo a vos mi amor.- sonreí ligeramente, sentí su respiración más tranquila y supe que se había dormido, a los pocos minutos me dormí yo también.

//gENTE YA CASI TERMINA LA FIC 😭//