50

2.2K 145 11
                                    

María Becerra.

-linda.... vos estás fuera de peligro, pero sólo pudieron salvar a uno.- habló mate con la voz entre cortada.

al escucharlo me quedé con la boca abierta.

-no... mate, estás jodíendome?- pregunté intentando levantarme, pero solté un quejido por el dolor que me causó querer levantarme.

-amor, tranquila, si?- mordió su labio.

-mateo, como me pides estar tranquila, cuando por mi culpa uno de los nenes no está más.- murmuré y comenzaron a salirme lágrimas.

-no, mari no fue culpa tuya, fue de nicole.- suspiró. -ella te dio una pastilla abortiva.-

-que hizo qué?- pregunté sin poder creerlo. -a la noche sentí como si tragara algo... creí que me había ahogado yo solita y solo tomé agua... mateo, y si fue eso? debí levantarme, no sé, algo.-

-no, amor. no fue tu culpa, como ibas a saber vos que te dieron una de esas pastillas?- suspiró. -linda, ahora debemos estar más pendientes del nene que si está con nosotros.- acarició mi cabeza.

-quien si lo está? grecia o franco?- pregunté.

en realidad no me importaba tanto quien de los dos salió bien de todo esto, sólo quería saber si estaba fuera de cualquier peligro.

-mari, no lo sé... tus papás fueron a ver y preguntar por eso.- contestó mordiendo su labio inferior, no respondí nada más.

no me cabe en la cabeza que mate y yo estemos pasando por todo esto, y todo gracias a una ex loca, estoy harta de que nicole nos haya hecho tanto, tanto daño, más a él que a mí, pero esto, hacer que perdieramos a uno de los bebés, tal vez queriendo que perdieramos a ambos, es demasiado bajo, hasta para ella.

esto es algo que nos dejará un vacío, demasiado profundo, esto no es nada fácil.

sin darme cuenta comenzaron a salir lágrimas, las cuales mateo limpió sacándome de mis pensamientos, voltee a mirarlo.

-todo va a estar bien chiquita, lo prometo. estamos juntos en esto.- susurró, se acercó a mí y dejó un besito tierno sobre mis labios.

-me lo prometes?- susurré en un hilo de voz, mis ganas de llorar volvieron.

-te lo prometo, sos el amor de mi vida, y vamos a estar juntos para siempre, y mucho más ahora que tenemos que pasar por toda esta situación de mierda.- murmuró dirigiéndome una sonrisa a penas.

iba a contestarle, pero de repente alguien entró, volteamos a ver y eran mis viejos.

-mari, hija.- habló mi mamá acercándose a mí y a mate, me abrazó con cuidado, al igual que mi papá.

-cómo estás? te sientes bien? te duele algo?- preguntó mi papá acariciandome el cabello.

-estoy como se puede, creo... físicamente me siento bien, pero sentimentalmente no tanto.- solté un leve suspiro.

-ire, que dijeron sobre...- mate no terminó de hablar, mamá lo miró con una mini sonrisa.

-la nena está en la incubadora.- soltó sin borrar su pequeña sonrisa del rostro.

mate volteó a mirarme y me sonrió con lágrimas resbalando por sus mejillas, lo miré de la misma manera y nos abrazamos con cuidado, para después de separarnos darnos un corto beso.

[...]

había pasado una semana de todo eso qué pasó, yo me había recuperado lo suficiente como para poder ir a casa, mateo se queda siempre conmigo, y también siempre venía thomi con ade y los demás,

lamentablemente aún no podíamos ver a grecia, ella aún no tenía la suficiente fuerza como para que la traigan con nosotros, o bueno, eso me dijo mate que el doctor le habib dicho hace dos dias.

mate se había ido para hablar con el doctor por si podía ir a casa ya, arreglar algunos otros asuntos y saber sobre gre.

era algo temprano, y tenía un poco de sueño, cerré los ojos.

-amor, necesito que no abras los ojos.- escuché a mate y asentí extrañada sin abrir los ojos.

senti como se acercó y me tomó de la mano, escuché otro ruido, amague a abrir los ojos pero mate me interrumpió.

-no los abras, amor.- reprochó. solté una ligera risa. -podes sentarte?- asentí a su pregunta. -me tomó de la mano y me ayudó a sentarme.

senti que se alejó de vuelta y a los segundos volvió, se sentó al lado mío.

-ahora si, abri los ojos, linda.- abri los ojos despacio, voltee a mirarlo y tenía una bebé en brazos, entreabri la boca sorprendida mis ojos no tardaron en cristalizarse por mis ganas de llorar.

-mari, te presento a Grecia... nuestra hija.-

nudes [trueno x maria becerra]Where stories live. Discover now