Capítulo 56

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Mi realidad se había tambaleado en un instante. Harry Styles estaba afuera de mi casa viéndome como si fuera el mayor descubrimiento de su historia y yo no pude decir mucho, pero lo que si sabía es que la sensación de nervios que tenía cada vez que estábamos juntos, no desaparecía. No tuve tiempo de decirle nada, un patético balbuceo salió de mí y Harry sin previo aviso entró a la casa. 

—¿Qué... qué estás haciendo aquí? —pude por fin decir y cerré la puerta—. ¿Cómo supiste que estaba aquí? 

Harry se giró con su teléfono en mano y lo desbloqueó para después enseñarme la fotografía que Zack había compartido en sus redes. Yo me quedé callada. A veces olvidaba que Zack los conocía mucho antes de que fueran un éxito mundial y que su amistad era muy sólida. No dejé de preguntarme cuál había sido la primera reacción de Harry al ver la fotografía y de darse cuenta que había vuelto después de casi un año sin tener verlo. 

—¿De verdad no ibas a decirme que estabas aquí de nuevo? —dijo él con el mismo tono de voz nervioso que yo—. He esperado esto... tu regreso, me refiero. 

—Harry...

—¿Te quedarás esta vez? ¿Permanentemente? —me interrumpió con esperanza en su voz y mi corazón se aceleró. Estaba tan cambiado, su cabello estaba largo y no se había afeitado, era la primera vez que lo veía con su discreto bigote. 

—Espero que si —le contesté en un susurro. 

—¡Ana! ¡Ana! —Shay comenzó a gritar desde el piso de arriba—. ¡Me han invitado a una fiesta! ¿Quieres ir? ¡Habrán muchachos guapos mayores! ¡Dí que si! Estoy segura que alguien puede gustarte...

Casi quise reír por la expresión de molestia que de repente Harry mostró, siempre tuve la sensación que a él no le caía muy bien mi prima, y creo que era por el hecho de que su primer encuentro no fue el mejor porque después de todo, Shay había entrado a su casa sin su permiso; algo que yo había ocasionado. 

Shay bajó en pantalones deportivos y una sudadera blanca, sin maquillar y con un chongo desordenado. Se quedó helada cuando vio a Harry en su propia casa. A pesar de estar en esta situación tan incómoda, solté una carcajada. Shay me vio con la boca levemente abierta, estaba avergonzada porque Harry Styles la estaba viendo completamente desarreglada, algo no muy común en ella. 

—Creo que no irás hoy, ¿verdad? 

—No —dijimos Harry y yo al unísono. 

No me atreví a mirarlo y Shay alzó las cejas esperando que yo fuera la única que le respondiera. Creo que ella tampoco aún perdonaba como él me había hecho sentir tiempo atrás y no iba a dejar que su presencia la intimidara en su propia casa.  

—No, no iré. Sabes que no me gustan las fiestas. Además, ¿no tendrías que estar estudiando? 

Shay agitó la mano con desinterés.

—Ya estudié lo suficiente, ¡quiero bailar! Y tú también deberías. Estás muy... tensa. 

Le advertí con la mirada que se callara y con las mejillas sonrojadas, Shay volvió a subir y no le dirigió la palabra a Harry. Al no verla más, me giré con valentía hacia su dirección, llevándome la sorpresa de que él no me quitaba los ojos de encima. 

—¿Qué haces aquí? Zack me dijo que esta noche se reunirían en tu casa. 

—¿Crees que eso es lo que me importa ahora? 

Yo desvié la mirada. 

—No creo que sea lo mejor que te presentes sin avisar. 

—A mi me parece que si —espetó con decisión y dio un paso hacia mí—. Considerando tu historial de huidas me pareció mejor no decirte nada. 

Fool's Gold [h.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora