Capítulo 46

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Harry se esforzó para tomar su teléfono, sus jeans estaban en el piso y estaba seguro que si lo hubiera dejado en vibrador, no se percataba de la llamada.

—¿Por qué me llamas, Zayn? —dijo al contestar. No quería que nadie le interrumpiera este momento. Sintió como Ana se zafaba de su abrazo. 

—¿No piensas abrir tu maldita puerta? —espetó su amigo—. Llevamos aproximadamente veinte minutos afuera. 

Harry se tensó en su lugar y Ana le regresó la mirada ceñuda. Había olvidado por completo que Niall, Zayn, Liam y  Louis vendrían hasta más tarde para concretar la fecha en que se llevaría a cabo la fiesta de lanzamiento del nuevo disco. Últimamente ninguno podía estar de acuerdo en nada. 

—¿Qué pasa? —me dijo Ana en voz baja. 

—Me estaba bañando —volvió a enfocar su atención en Zayn—. En un momento bajo. 

—¡Venga, Harry, tengo hambre y tienes la mejor comida! —escuchó que gritaba Niall. 

Al colgar, vio como Ana se cruzaba de brazos y esperaba a ser actualizada del asunto. Fue como si de pronto ella se diera cuenta que estaba completamente desnuda porque intentó cubrir su cuerpo con casi toda la sábana.

—Es Zayn. Todos están abajo. 

Los ojos de Ana se abrieron a señal de pa

—¿Qué? ¡Pensé que no vendrían! 

Harry acomodó el cabello con semblante despreocupado. A diferencia de su novia, a él no le importaba que sus amigos llegaran sin avisar. Era una costumbre que cada uno había implementado cuando estaban juntos en la ciudad sin importar la casa que se tratara. 

—¿Por qué estás tan nerviosa? —preguntó Harry mientras se abrochaba su camiseta. No pudo quitar sus ojos del cuerpo de Ana mientras se cambiaba. Sobretodo de sus piernas. Le encantaban. 

—Ah, no lo sé, tal vez porque me verán bajar con mi cabello enredado y —lo miró—... ni digamos el tuyo. 

Harry soltó una carcajada. 

—No dirán nada, están más que acostumbrados a este tipo de cosas. 

Harry palideció al darse cuenta de lo que había dicho. Ana le lanzó cuchillos con la mirada y se quedó muy quieta en su lugar. Tal vez pensando en si debería darle un golpe o no, intuyó Harry. 

—Ah, vale —contestó con sequedad y sin ninguna pizca de humor—. Es bueno saberlo. 

Harry no pudo hacer nada, pues Ana ya había salido con rapidez de su habitación y pronto se escucharon sus fuertes pisadas bajando las escaleras. Después, la voz de sus cinco amigos dominaron el recibidor y Harry bajó descalzo las escaleras. A simple vista, no vio ni a Ana, ni a Zayn y no pudo evitar sentir una pizca de celos. Era mucho pedir que él pudiera olvidar el momento que compartieron hace tiempo en su cocina. Se abstuvo de ignorar a todos para in en búsqueda de su novia y su amigo. 

—¿Interrumpimos algo? —dijo Louis sin poder dejar de reír. Harry lo vio con severidad. 

—Cállate. 

—Ana está en el patio con Zayn —intervino Liam con aspecto aburrido mientras veía su teléfono.

—¿Tienes comida? —preguntó Niall, pero no fue necesario que Harry respondiera, pues Niall ya se encontraba caminando hacia la cocina. A pesar de saber que Ana estaba enojada con él, sonrió, pues siempre iba a disfrutar de la compañía de los chicos. 

—Salgamos al patio —volvió a hablar Liam—. Quiero meterme a tu alberca, Harry. 

—Estás loco —dijo Louis—. No es el clima ideal. 

Fool's Gold [h.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora