Capítulo 55

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No le había dicho a Shay que había comprado mi vuelo en un horario distinto al que ambas habíamos planeado. Mi avión aterrizó a a las 8:15 de la mañana, mis piernas se sentían entumecidas, no había sido mi mejor vuelo porque mi mente no me dejó tranquila durante todo el vuelo. Ninguno sabía que había adelantado mi vuelo, quería sorprenderlos a todos y caminé hacia la salida para tomar un taxi con mucha emoción contenida. El cielo nublado me saludó como una antigua amiga y no pude evitar recordar cuando salí por aquellas puertas hace tiempo, cuando no era más que una niña cargando con el odio y rechazo de sus padres sobre sus hombros, una carga insoportable. En cambio, ahora me sentía en casa, mucho más que en California y apresuré a esperar en línea para tomar un taxi que me llevara hacia mi hogar. 

Pese a estar cansada, no dejé de ver por la ventana, el aeropuerto estaba un tanto alejado de Londres, pero yo no podía esperar para volver a verlos a todos. Mi sueño se disipó y me enderecé en el asiento cuando el taxi dio la vuelta en la calle de la casa de mis tíos; mi casa. 

Le pagué a la persona que me trajo, mis manos temblaban y la mañana estaba fresca. Mis piernas hormigueaban e hice el menor ruido posible mientras me acomodaba en la entrada. Saqué las llaves de mi mochila y las inserté en la puerta. Con lentitud, la fui abriendo, lo primero que escuché fue la voz de mi tío Henry diciendo que los hot cakes estaban deliciosos. Sonreí ampliamente y arrastré mi maleta hacia el interior, después, cerré la puerta. El ruido los puso alerta porque pronto se hizo un silencio y segundos después, mi tía Susana apareció al otro lado del recibidor. 

Ella exclamó y corrió para abrazarme. Vi por encima de su hombro a Shay en su pijama, a mi tío Henry ya bañado y vestido, seguramente para ir hacia la tienda. 

—¡Estás tan delgada! —me dijo mi tía Susana al separarse de mí—. ¡El plan era recogerte!

Sonreí y me encogí de hombros. 

—Mi plan fue distinto, y, ¡sorpresa!

—¡Es tan típico de ti ser impulsiva! —me dijo Shay y ella me abrazó con fuerza—. Pero mira como te estoy recibiendo, fatal. 

—Es así como quisiera estar yo —le dije. 

Mi tío Henry me abrazó después y todos insistieron en que me sentara a desayunar. Yo no hice ningún reproche porque extrañaba la comida de mi tía Susana. Después de tanto tiempo, me sentí como en casa. 

◼︎◼︎◼︎

El cambio de horario dejó de afectarme al cuarto día, me había adaptado rápido. Mi maleta ya se encontraba vacía, mi cuarto estaba igual que antes y en mi primera noche dormí mejor que nunca. Ahora me encontraba en el jardín, Shay estaba arriba estudiando y mis tíos se habían ido a la tienda. Estaba acostada encima de una manta viendo hacia el cielo, estaba más soleado y no tenía planeado hacer mucho el día de hoy. 

—No puedo creer que no te hayas tomado el tiempo para volver a verme. Eres de lo peor. 

Me levanté con agilidad al escuchar la voz de Zack y me giré hacia la ventana. Me helé completamente cuando vi que Zayn estaba a su lado; más delgado y me veía con cierta timidez, y me sonrió. Ahora me daba cuenta lo mucho que lo había extrañado, nuestro contacto fue desapareciendo y fue mi culpa, pues durante mi estadía en California ignoré sus mensajes y tardaba en responderle hasta que un día, Zayn dejó de intentarlo. Me acerqué a mi antiguo amigo y lo envolví en un fuerte abrazo. 

—¿Estoy pintado? —exclamó Zack y escuché la risa de Zayn en mi oído. 

—Tal vez. 

—¡Ana!

—Hola, Zack —lo abracé—. No puedo creer que estés aquí, Zayn. Después de tu... salida, eh, del grupo, no creí que estuvieras por aquí mucho tiempo. 

Fool's Gold [h.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora