❥Dangerous Love | ➳[WooGyu]

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Cayeron en la cama. WooHyun presionaba sus cuerpos haciendo que ambas partes se sintieran aún con el exceso de ropa. SungGyu atrapó sus labios, parecía desesperado y no le importó que realmente se notara tanto, luego de eso pasó a morder su labio inferior logrando un gemido entre doloroso y excitado. Ambos estaban demasiado calientes y no esperaban detenerse en toda la noche.

La forma de zorro de WooHyun permanecía, y eso era lo que más prendía a SungGyu, si antes lo había pasado realmente bien, ¿cómo se sentiría en su forma de zorro? SungGyu se arqueó al sentir la boca de WooHyun en uno de sus pezones, se sentía tan bien, podría estar así toda la vida, pero sabía que tarde o temprano esa aventura tendría que terminar.

SungGyu jadeó. WooHyun había llegado a su entrepierna. Lamía con frenesí y eso volvió loco al vampiro. Casi nadie se detenía a pensar en él. Cuando tenía sexo con otros siempre buscaban su placer y no se preocupaban por hacerlo sentir bien a él, SungGyu nunca lo había pasado de una manera tan deliciosa como con WooHyun, él sí se detenía a proporcionarle el placer necesario y más. SungGyu mordió su labio y llevó sus manos al cabello del castaño que seguía abajo haciendo un excelente trabajo.

—Detente... me corro... —dijo como pudo, todo esto nublaba su razón, no podía pensar con claridad.

WooHyun no le hizo caso y a los pocos segundos SungGyu se vino en su boca. WooHyun siguió chupando los restos de él para luego subir a su boca, SungGyu lo recibió con besos. Los ojos de WooHyun lo observaron por unos segundos luego de cortar su contacto, el vampiro sonrió con arrogancia.

—¿Y ahora qué? No me digas que te gusto —bromeó, soltando una risita.

—Es el mejor cumpleaños de mi vida —dijo con la voz ronca, eso dejó a SungGyu sin palabras.

WooHyun era un gumiho, pero no era un ser malvado como los vampiros de su clan. Nunca había escuchado de tales criaturas, pero existían, tenía entendido que todo lo que no fuera humano se consideraba monstruoso y malvado, por tantas décadas fueron temidos que ya lo valoraba como una regla. Pero WooHyun parecía ser diferente, él no tenía maldad en su corazón, pero era débil de mente, podía ser manipulado con facilidad. Había corrompido su tranquila vida, lo había empujado prácticamente a comer carne humana. Una pizca de culpa salió a flote, pero al darse cuenta de ello rechazó esos pensamientos para centrarse en el presente, lo que estaba hecho no podía ser cambiado jamás.

—Deja que el cumpleañero disfrute de su fiesta.

SungGyu dejó que WooHyun se recostara, era su turno de recibir placer. Besó su boca, acarició su abdomen y bajó a su cuello dando pequeñas succiones a su piel, mientras lo hacía preparó sus colmillos, los cuales crecieron con obediencia al instante. Lo mordió, WooHyun lo apresó con sus manos de inmediato, le había dolido, pero también le gustó sentirlo.

SungGyu bebió por muy poco tiempo, cuando se separó sus ojos ya habían tomado el color lila que solo él poseía. Una gota de sangre descendió de su labio hasta su barbilla, WooHyun se alzó un poco para lamerla. Por alguna razón el cuerpo del joven gumiho estaba más caliente, eso lo hizo sonreír, tenía bien prendido al señor zorro.

—Me gusta tu sangre —admitió, nunca le había dicho eso a nadie. La única persona con la cual se había acostado en reiteradas ocasiones era padre y jamás lo había mordido. WooHyun era el primero en su lista, desde hacía mucho tiempo, que sería parte de un verdadero placer.

—Me gustas tú. —WooHyun apretó su trasero, SungGyu sonrió y volvió a su tarea de hacer que el gumiho tuviera su noche de cumpleaños perfecta.

Tomó su miembro erecto y jugó con él algunos minutos. Se deleitaba escuchando los roncos gemidos del castaño. La piel de WooHyun cada vez estaba más caliente y eso dejó demasiado extrañado a SungGyu, una piel así de caliente no era normal..., aunque ya de por sí ninguno lo era.