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Caminaba por la calle rumbo a casa, desde hacía una hora que comenzó a sentirse extraño, incluso llegó a marearse en el trabajo, fue entonces que le dejaron ir. Todo le daba vueltas, y sabía que la hora se acercaba, toda esa sensación era solo un aviso. Tenía que llegar rápido, encerrarse en su departamento y no salir hasta que todo esto pasara.

Por alguna razón tuvo la necesidad de voltear al frente, sabía que alguien le miraba. Al alzar la vista del suelo se encontró con la persona que tanto había buscado, ahí, sin proponérselo estaba él. Se veía, a su parecer, incluso más hermoso, más deseable. Su cara reflejaba sorpresa, ¿estaba sorprendido de verlo o es que Nam WooHyun tenía algo en su cara?

—Tú... ¿quién diablos eres? —le dijo el joven sin apartar su mirada, seguía muy serio, casi asustado. No comprendió su pregunta.

—¿Por qué...? —No terminó de hablar, el mareo hizo que tomara su cráneo con ambas manos, le dolía demasiado, y estaba a punto de mandar todo este encuentro a la mierda.

Sintió un dolor tan fuerte que le hizo salir corriendo, no quería que él lo viera, no quería asustarlo porque era una criatura que a cualquiera le daría miedo. Al hacerlo lo empujó con su cuerpo sin querer, pero no se disculpó, no se detuvo ni miró atrás, la persona a la que buscó toda una semana la dejaba atrás con tal de mantenerla a salvo de él. Llegó a casa. Se desesperó al no poder abrir la puerta.

—¡Maldito pedazo de metal!

Cuando por fin lo logró, fue directamente al baño. Al mirarse al espejo, la otra parte de él, esa que tanto odiaba le miró con aquellos ojos brillantes, tan oscuros que le causaron temor. Estaba asustado de lo que era, todo lo que por años intentó asesinar se estaba al fin apoderando de su cuerpo. Faltaba poco para las siete, ¿podría ser capaz de aguantar sus ganas de asesinar?

"La primera vez siempre es la más difícil" Le había dicho el hombre de la tienda de antigüedades. Necesitaba resistir, la transformación sería inevitable, pero al menos podría intentar detenerse antes de lastimar a las personas.

—¡Maldición! ¡Dios, haz que pare!

Escuchó un ruido detrás, en el espejo se vio reflejada la figura de ese chico, ¿qué estaba haciendo aquí?, ¿cómo había entrado? Se preguntaba. Entonces se giró para encararlo, lo había visto, le temería..., le temería. Apretó los dientes, una sensación de enojo lo recorrió, lo miró con molestia y cerró la puerta en su cara. Su respiración era irregular, todavía no eran las 7:00, pero faltaba poco, y se estaba perdiendo, se estaba convirtiendo en esa cosa.

—¡Ah, maldita sea! —gritó sin pensarlo, golpeó con su puño el reflejo de su rostro en el espejo. No quería verse, no deseaba mirar esos ojos.

Comenzó a sentir mucho calor, miró el reloj en su muñeca. 6:45 pm. El tiempo llegaba a su fin. Se quitó la camisa y la aventó en algún lugar del baño, desabrochó sus pantalones que al poco tiempo alejó de su cuerpo. La transformación era diferente, bestias como él podían tener un elemento que dominaban, no tenía idea del suyo, pero sentía que se quemaba. Tal vez el fuego estaba destinado a serlo.

—Necesito enfriarme —dijo casi delirando por lo caliente que se sentía.

Se metió a la ducha luego de quitar su calzado, abrió el grifo y se tumbó en el chorro de agua helada. Eso tenía que funcionar, si no podría comenzar a sentirse miserable por toda una eternidad.

6:50. Miró sus manos, podía ver algunas venas gruesas. Respiró con pesadez, no podía hacer nada para frenar lo inevitable. 6:55. Vio como sus uñas estaban creciendo, no mucho, pero sí lo suficiente para parecer fuera de este mundo. Pequeñas y puntiagudas, bastante resistentes... Y los colmillos tomaban forma en sus dientes. Echó nuevamente un vistazo a su reloj, 6:59. Cerró sus ojos, al lado mío pudo ver luces que se movían, se asustó más al mirar aquellas cosas tomando forma, moviéndose como energía que se fue tornando más visible, completamente tocables.

❥Dangerous Love | ➳[WooGyu]Where stories live. Discover now