MI CHICO CRIMINAL ©

CAPITULO 29

Cap. 29

La cabeza me palpita, no puedo ni siquiera abrir los ojos, pero estoy en la obligación de hacerlo ya que la claridad me comienza a molestar. Abro suavemente los ojos y la cabeza me bombea sin parar, ¿Dónde demonios estoy?

Me siento en la cama y observo todo a mi alrededor, el ventanal no tiene cortinas, hay una mesa de Pool y las sabanas de la cama son azul marino. En la mesa de noche hay dos capsulas de aspirinas y un vaso con agua ya listos, también hay una nota.

"Para cuando despiertes.

Aiden."

Pongo los ojos en blanco tomando las pasillas. Genial.

La puerta se abre y veo a Aiden entrar con una bandeja de comida.

¿Esto podría ponerse peor?

—Buenos días, Blake. —Dice colocando la bandeja sobre un pequeño escritorio—¿Cómo estás?

—Más o menos. —Frunzo el ceño—

Aiden se sienta y comienza a colocarle mantequilla de maní a su tostada.

—¿Tú me trajiste aquí? —Asiente mientras mastica—¿Por qué?

—No tuve otra opción, estabas fuera de control. —Vuelve a tomar otra tostada y la unta de maní—

Me cruzo de brazos tratando de recopilar los eventos en la disco.

—¿Y mi ropa? —Llevo puesta una camisa blanca, de él obviamente—

—En la lavandería. —Toma de su jugo—Estaba salpicada de vomito.

Siento como el rubor sube hasta mis mejillas.

—¿Dormimos juntos? —Él asiente—Oh, Dios...

—Tranquila, nena. La necrofilia no es lo mío, además no quería que tu mentirita de "violación" se hiciera realidad. —Me comenta burlón—

—Sólo dormimos entonces...—Concluyo—

—Así es. —Se acerca a la cama y me da un plato con tostadas y ensalada de atún—Tienes que comer, le pediré a Kate que te dé un poco de ropa.

—¿Cómo? ¿Estamos en Port Ángeles? —Inquiero—

—No tuve otra opción. —Se cruza de brazos—No puedo dejar la mansión por mucho tiempo.

—¡Mierda, Aiden! —Resoplo—Mis padres van a matarme.

—No lo harán, April llamó a tu mamá y le dijo que te quedarías a dormir en su casa.

—Ella te dijo dónde estaba, ¿Dónde está ella?

—Abajo con Chris. Debía ir a rescatarte. —Él se sienta a mi lado—Blake, tú y yo debemos hablar.

—No. —Niego con la cabeza—Sólo olvidémoslo. Nos dijimos cosas muy hirientes, pero al final fueron verdades, solo quiero asearme e irme de aquí.

—Te dejaré sola para que uses el baño.

Aiden desaparece de la habitación. Me levanto y camino al baño, no puedo creer que estoy en casa de Magnus otra vez, no debe estar en casa porque sino Aiden no me habría traído, la camisa que uso es de Michael Jackson y tiene el exquisito aroma de él, un poco de yerba buena, loción para hombres y champo. Los recuerdos de mi convivencia con Aiden abruman mi mente, pero los alejo rápidamente, no puedo volver a deprimirme por eso, las cosas cambiaron y debo aceptarlo.

Al salir del baño me encuentro con Kate.

—Blake. —Exclama en cuanto me ve y me recibe con un cariñoso abrazo—Creí que no volvería a verte por aquí.