MI CHICO CRIMINAL ©

CAPITULO 11

⚠️ ADVERTENCIA ⚠️

CAPITULO +18 
ESCENAS EXPLICITAS Y LENGUAJE SUCIO.

Si te consideras una persona que no tolera este tipo de escenas eróticas puedes hacer el favor de saltarte la página, no estás obligado a leer si no te gusta.

En fin, disfruta la lectura.

***

Cap. 11

Tomo el control de la situación y ayudo a Aiden a deshacerse del pantalón, April estaría tan orgullosa de mí en estos momentos, a la mierda la castidad.

Él me ve con impresión ante mi atrevimiento, no le doy importancia así que bajo su bóxer también encontrándome con su gran y grueso pene. Santa mierda, ¿eso entrará en mí? Me olvido de todo pensamiento antes de entrar en pánico, me quito el pantalón de pijama, pero Aiden me detiene.

—¿Estás segura de que quieres esto? —Pregunta—

Levanto la ceja en señal de incógnita.

—¿Ahora lo estás reconsiderando? —Veo en sus ojos un sentimiento de culpa, ¿pero por qué? —

—No, créeme que te deseo. —Toma mis manos—Es sólo que... tú mereces a un buen chico, alguien estudioso, cómo los chicos de tu escuela.

—Ninguno de ellos me interesa de la manera en que tú lo haces. —Tomo su rostro entre mis manos—

—Yo soy un criminal, he asesinado a muchas personas. Una vez que suceda esto, no habrá vuelta atrás... no quiero que te arrepientas.

Beso sus labios.

—No lo haré. —Aseguro—Ahora... hazme tuya, Aiden.

Baja mi pantaloncillo y acaricia mis piernas provocando un hormigueo en mí, me acuesta sobre la cama y comienza a besar mis muslos y mis tobillos, dejando una fina hilera de saliva. Cuando llega a mi zona intima juega con mi clítoris aún por encima de la ropa interior, si sigue así acabaré pronto.

—Mierda. —Jadeo—

Aparta la tela y toca mi punto de entrada.

—Estás tan mojada, nena. —Lo miro y noto como muerde sus labios—Cómo voy a disfrutar saborearte.

Su lengua hace contacto con mi zona húmeda y aprieto con fuerza las sabanas, Aiden introduce su lengua dentro de mí haciendo círculos con ella, luego sube y succiona con fuerza mi clítoris. Mierda, esto es tan satisfactorio, explotaré en cualquier momento. Arqueo la espalda buscando más placer por parte de su lengua, una capa de sudor cubre mi frente y mis ojos de cierran con fuerza.

Aiden se separa de mí y protesto en respuesta, veo cómo busca entre sus pantalones y aparece un condón de su cartera. Lo rompe y se lo coloca, se posiciona entre mis piernas y me ve con cautela.

—Si quieres que me detenga, sólo dilo. —Da pequeños masajes por fuera de mi vagina con su pene erecto, lo que me provoca pequeñas convulsiones—Sé que eres virgen.

—Sólo hazlo, Aiden. —Suplico—

Aiden entra poco a poco y me toca ahogar un grito sobre su hombro, siento cómo me parto en dos, duele, pero trato de no concentrarme en eso. Él dura unos minutos dentro, acostumbrándome a su tamaño, sale y vuelve a entrar, pero el dolor continuo.

—¡Ah! —Grito—

Hace el mismo patrón hasta que ya el dolor es soportable.

—¿Estás bien? —Me pregunta, yo asiento levemente—Lo siento, me está costando contenerme.