MI CHICO CRIMINAL ©

CAPITULO 16

Cap. 16

La cena transcurre con tranquilidad y pesadamente lenta, todos hablan de temas que desconozco y el olor a tabaco me tiene mareada. Lo único bueno fue que dieron una exquisita ensalada de camarones y cangrejos.

—Vamos afuera. —Me susurra Aiden—

Lo tomo de la mano y rápidamente salimos al jardín. La noche está bellísima, hay una luna llena enorme que alumbra todo el cielo nocturno y las luciérnagas vagan por el gran jardín.

—Gracias por sacarme de ahí, el olor a tabaco no es muy bueno que digamos. —Juego con las perlas de mi collar—

—Tú cara lo decía todo. —Entrelaza nuestras manos mientras caminamos—Lamento lo de mi padre.

—Descuida, estoy acostumbrada a oír cosas así de mí.

Y no miento, a todos lados a donde voy me siento juzgada y vigilada, ser una Johnson implica tener a la prensa en cada sitio. Me he ganado títulos cómo princesa, mimada, presumida, incluso racista, todo gracias a las redes sociales. Incluso en la escuela tengo esa fama, es algo absurdo, inventar blasfemias de mí cuando en realidad soy una chica sencilla de diecisiete años.

Yo no pedí nacer en cuna de oro.

—Mejor explícame lo de Kate ahí adentro.

—Ah, eso. —Rasca su nuca—Mejor no hablemos de eso.

Le impido el paso parándome frente a él.

—Oye, no. Lo prometiste, no me quedaré tranquila hasta saberlo. —Me cruzo de brazos—

Él ríe.

—Eres testaruda. —Suspira—Pues, Kate era la amante de mi padre. Cuando él se enteró que mi madre perdería la vida supongo que... no sé encontró a Kate en algún asqueroso burdel y se la estuvo follando hasta el día en que murió mi madre, luego de eso mi padre me mando a una escuela de buena conducta en Rusia, supongo que para tener más intimidad con ella. —Relata—Se estuvieron revolcando en la habitación de mi madre, en su cama.

Aiden aprieta la mandíbula y sus ojos se llenan de oscuridad y rencor.

—Desde que supe la verdad odié a Katherine Graham con todo mi ser y cuando llegó el día de la boda y ambos oficialmente eran marido y mujer, mi odio hacia ella se incrementó. Ella sabía de mi padre, sabía de qué murió y sin embargo follo con mi padre en la habitación que a ella le pertenecía. —Escupe cada palabra con furia—Ni él, ni ella respetaron su memoria. No me permito llamarla madrastra, no permito que ella se dirija a mí como eso, es sólo una zorra... la zorra de mi padre.

—Aiden... pero no comprendo algo, si tu padre te ha producido tanto dolor y daño. —Muerdo mi labio—¿Por qué sigues aquí con él? ¿Por qué no sólo renuncias a la organización y lo delatas? ¿Por qué lo respetas tanto?

—Mi padre podrás ser un completo hijo de puta, el mismo diablo. —Baja la mirada—Pero es mi única familia, fue quién veló por mí cuando aún era un niño y me quedé sin mi mamá. Siendo otro hombre me habría abandonado, pero no, él se quedó conmigo y de alguna manera siente cariño por mí, soy su único heredero.

Señala la gran mansión.

—Algún día, todo esto será mío. —Me ve de pies a cabeza—Así como tú algún día heredarás Johnson Company y tendrás millones de propiedades yo seré en dueño del mundo.

—Pero todo tiene un precio, Aiden.

Verlo hablar así me produce miedo, no quiero que se pierda en este mundo, un mundo lleno de crueldad y sangre, él es mejor que eso.

—Lo único que arrastrarás contigo serán millones de crímenes, de lo único que serás dueño es de vidas humanas, ¿quieres ser un corrupto cómo Magnus? Bien. —Mis ojos se humedecen—Sólo recuerda, que con cada vida que arrebates, con cada mujer o niña que trafiques, ¡que con cada bolsa de cocaína que mandes a China! —Exclamó con voz llorosa—La policía tendrá más pruebas para incriminarte y si algún día te atrapan, serán años de prisión y no quiero verte así.

—Oye, tranquila. —Él junta nuestras frentes y acaricia mis mejillas—No me pasará nada malo, ¿entiendes? La organización lleva veinte años a flote y no han dado con nosotros.

—También puedes acabar muerto. —Lo miró a los ojos—¿Crees que no me di cuenta de las indirectas de Magnus? Van dos veces que lo hace, si no te mata la policía, lo hará algún enemigo de otra mafia o incluso... tu padre.

—Nada me pasará, nena. —Besa el dorso de mis manos—Soy un profesional, ¿te parece si volvemos adentro?

Asiento con la cabeza.

Al volver al salón, los invitados bailan en la pista de baile mientras música suave suena.

—¡Aiden, hermano! —Un chico rubio se acerca a Aiden y lo envuelve en un abrazo—Creí que no vendrías.

—Por favor, Chris. —Aiden ríe—¿Crees que me perdería una fiesta de la organización? Nunca falto.

La mirada del rubio se posa en mí.

—Reinita, ya te curaste de tu cabeza. —Dice, miro a Aiden confundida—

—Chris llegó a la casa la noche que te escapaste. —Aclara—

—Entiendo. —Le sonrío a Chris—Soy Blake.

—Lo sé, todos en esta fiesta sabemos quién eres, no hace falta que te presentes. —Él sonríe con ego—Yo soy Chris Hamilton, para servirte.

El rubio se retira dejándonos nuevamente solos a mí y a Aiden.

—Divertido, ¿no? —Aiden me observa—

—Si con divertido te refieres a chico presumido con un ego gigante, pues sí, es divertido.

El sonido del micrófono nos interrumpe.

—Muy bien, damas y caballeros. Ha llegado el momento de que tomen a su pareja y todos realicemos el último vals de la noche. —Informa un hombre de tercera edad—

Todos a nuestro alrededor se acercan a la pista de baile y se dejan llevar por la música lenta.

Aiden y yo nos mantenemos estáticos, casi incómodos por la situación. Mirándonos, pero sin dar la invitación.

—Blake. —Musita, lo miró fijamente—¿Te gustaría... ya sabes... bailar?

Tengo que reprimir mi risa, se ve tan adorable.

—Me encantaría.

Lo tomo del antebrazo y caminamos a la pista de baile, él coloca su mano en mi cintura y yo coloco la mía en su hombro. Comenzamos a movernos y a dejarnos llevar por el vals, Aiden es un excelente bailarín, damos vueltas por el centro de la pista y las luces rosas y azules nos rodean. Por un momento sólo somos él y yo, no existen los peligros, ni el secuestro, sólo nosotros. Me alza en sus brazos y cuando me deja en el suelo nuestros ojos se conectan, él se pierde en los míos y yo en los suyos.

Aiden acaricia mi mejilla y acerca sus labios a los míos, pero me quedo paralizada al notar una fría y siniestra mirada entre los invitados.

Magnus nos ha visto.

***

Perdón por no actualizar ayer, estaba sin electricidad :( 

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