Adiós

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Las despedidas son dificiles

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Las despedidas son dificiles...

No existe un "hasta pronto" o "hasta luego", solo puede existir un adiós porque las cosas que te deparan en el futuro son tan inciertas que es imposible predecirlas, solo te queda esperar y añorar.

Esperar a la persona que más deseas

Añorar un abrazo, un beso que indica que está cerca

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--Muchas gracias por haber venido a esta universidad jóvenes, fue un gusto el haberlos tenido durante estos maravillosos tres meses donde demostraron ser buenos alumnos-- Dijo el viejo canoso que me hizo alguna vez la pregunta de Amelia, William.

El reprimió una pequeña lágrima que deseaba salir de su ojo izquierdo, el tenía mayor de edad y no tenía hijos, probablemente perderlos a ellos es como despedirse para siempre de un ser amado, los británicos mantenían unas sonrisas melancólicas en sus rostros, felices por volver a ver a sus familias, tristes por despedirse de amigos que hicieron aquí. 

Todos salieron de clase, respirando el aire frío del ambiente, Amity salió más temprano de lo usual con Boscha, el irse de Francia no parecía ser algo realmente importante para ella porque sus padres llegaron mucho más antes de lo usual, pero todos tendrían que ir con ella, ambos dejaron su empresa y Robert debía de conocer con quien se asociaría.

--Willow, reconsidéralo, de verdad crees que debes hacerlo?-- Gus me miró suplicante, esperando que cese el paso de la ojiverde, la detuve con el brazo y la sorprendí con unas facciones tan tristes, apretando los dientes intentando no mandarnos a la mierda con sus palabras hirientes. 

--¿No lo entienden?-- Debo intentarlo por lo menos, si no lo hago nunca sabré cual es el pensamiento del rector sobre la transferencia.

Desde un inicio lo sabíamos...

Su caminata era decidida al subir las escaleras yendo directamente a la oficina del rector , y si no fuese por un esfuerzo sobrehumano de la secretaria por detenerla, probablemente ya haya estado en problemas con la justicia.

--Ya se lo dije señorita Park, usted debe de citarlo para hablar--

--¡Ya lo se!-- Dijo ella en voz alta, buscando sofocar las gotas de sus ojos con las manos --Solo necesito hablar un minuto con él-- La insistente secretaria negó con la cabeza.

--No tiene que decir más, entremos a mi oficina-- La voz calmada y gruesa de un hombre se hizo presente detrás nuestro, todos volteamos para ver al francés bien arreglado con un terno y un cabello peinado, mantenía una postura firme para así imponer respeto, era como 10 centímetros más alto que yo.

MALDITA (Lumity)Where stories live. Discover now