MALDITA (Lumity)

Secretos

El ser humano siempre guarda un secreto...

La sociedad está tan hundida y moldeada que para ser feliz y conservar nuestra "normalidad" debemos de guardar diversos secretos, en si esas dos palabras, "normalidad" y "secretos" no deberían existir, porque la persona que formó los conceptos de la normalidad simplemente era tan extraño como nosotros, los secretos tampoco debería existir.

¿De que sirve hacernos llamar "Libres" si no podemos expresar lo que sentimos y guardamos?

Simple hipocresía

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--Te amo linda-- 

--Y yo a ti mi vida--

Un beso compartido, largo y prolongado que expresaba todo el amor en este mundo, mientras Gus y yo intentábamos alejarnos de la escena lo más rápido posible.

Hace unas dos horas Willow nos invitó a una salida, y a pesar de que el moreno y yo pensamos que era una salida de puros amigos, no contábamos con que la pelirosa viniese con ella, y ahora ambas se están comiendo la boca a besos en una fuente solitaria, nosotros ya estábamos a una buena cantidad de metros de ellas.

--Están locas si piensan que nos quedaremos con ellas, ew-- Dijo Gus con asco y sonreí con ternura, la semana había acabado y teníamos dos días para relajarnos un poco, ambos caminamos por las calles, sin algún sonido, sin alguna persona.

--Creo que nos metimos en un lugar fantasma-- El molestaba, tocando partes sensibles en mi espalda produciendo leves escalofríos.

--¡Oye, ya!-- Un manotazo y sus ojos de perrito aparecieron, pero no me arrepiento. 

--¿Te digo algo curioso? Hoy no vi a Amity, ella si estaba en clase pero no la escuché ni una sola vez-- Dijo el moreno mientras llevaba su brazos hacia detrás de su nuca, dejando descansar su cabeza en ellos.

--Se que es curioso, pero realmente no es algo que me interese mucho por ahora-- Mentí, es obvio que yo tampoco hablé en la clase de hoy pensando en como eso podría perjudicar en su puesto top de estudiante, le prometí eso y a pesar de que pueda ser mala persona, siempre cumplo con mi palabra.

--Mierda-- Gus se llevó sus manos a la cabeza, enterrando sus dedos en las gruesas hebras de su cabello negro --¡Olvide la tarea del viejo ese!-- Al instante lo relacioné con el profesor que me dio bronca en su momento.

Dos segundos más tarde el moreno me dejó sola, mientras se despedía torpemente con la mano mientras subía en un taxi que tomó, debí pedirle que me lleve hasta la facultad.

No hacía frío, pero tampoco hacía calor, acomodé mi casaca correctamente sobre mis hombros para caminar junto a mi soledad, la ligera brisa puso a mis dedos helados, habían pasado pocos días desde que golpeé a Robert y besé por segunda vez a Amity, aún sentía su dulce sabor sobre mis labios.