Capitulo 35

3.3K 354 6
                                    

Andaira se encontraba sentada en la cama de la habitación que había cogido en el hostal, se encontraba dibujando a Ace y Sabo abrazados y sonrientes tal y como los recordaba. Ya había pasado una semana desde que llegaron a Arabasta y Luffy no debería de tardar demasiado en llegar. 

Durante estos días la pelirroja había disfrutado junto a los dos hermanos y habían hecho algo de turismo por Nanohana y también habían ido al desierto por petición de la pelirroja, una vez en el desierto Andaira había subido a una de las dunas para tirarse por ellas, Ace y Sabo no tardaron en imitarla y ese día todos acabaron llenos de arena, pero con una gran sonrisa en el rostro. 

Por otro lado, la pelirroja se encontraba mejor de la herida que le hizo Hiro en el hombro y podía moverlo sin problemas desde hacía un par de días, por lo que había empezado a entrenar con ayuda de los hermanos, aunque no realizaba peleas cuerpo a cuerpo pues sabía que no podría hacer nada contra ellos. Pero si había empezado a hacer ejercicios físicos para poder tener más fuerza y resistencia y había echo algunos entrenamientos con espadas. 

Ese día había decidido tomárselo de descanso, pues ella se encontraba algo adolorida debido a los ejercicios que había estado realizando, decidió quedarse en la habitación que habían alquilado y así aprovechar a descansar y dibujar un poco. Mientras ella se había quedado en el hostal Ace y Sabo decidieron salir juntos, cosa que a la pelirroja le agradó, podrían pasar un día juntos y a solas, seguro que ellos lo agradecerían. 

-Hey enana, ya regresamos. -Andaira salió de sus pensamientos al escuchar la voz de Ace a través de la puerta, la adolescente sonrió de forma tranquila y se levantó de la cama para abrir la puerta mientras se acomodaba su pijama. Al abrir la puerta vio solamente a Ace, quien sonreía de forma amplia. 

-Hey, ¿Qué tal lo pasaron? -La pelirroja sonrió al pecoso y después asomó su cabeza para observar el pasillo en busca del rubio, pero no había rastro de él. -¿Y Sabo?

-Lo pasamos bien, él fue directamente a nuestra habitación para ducharse. -Mientras decía esto Ace pasaba a la habitación empujando a Andaira con una mano de forma suave para que entrara ella también mientras con la otra mano sujetaba unas bolsas. -¿Estabas dibujando?

-Si, llevo dibujando todo el día. -La adolescente sonrió al pecoso y después caminó hacia la cama mientras Ace cerraba la puerta para después adentrarse en la habitación y sentarse en la cama de forma despreocupada, dejó las bolsas al lado de la pelirroja y después cogió el cuaderno en el que Andaira había estado dibujando. -¿Y estas bolsas?

-Es para ti. -Extrañada, la chica cogió las bolsas para abrirlas mientras se mordía de forma leve el labio con algo de intriga, por otra parte el pecoso observaba los dibujos con una gran sonrisa. -Oye, pues no están nada mal. 

-Que poca fe. -Ace soltó una carcajada al escuchar esto por parte de Andaira y después pasó la página para observar los demás dibujos, por su parte Andaira sacaba un pequeño frasco de una de las bolsas a la vez que alzaba las cejas de forma leve y una gran sonrisa se implantaba en su rostro. -¿Me estás dando una indirecta?

-Si, apestas. -El pecoso levantó su vista de la libreta para observar a la pelirroja, quien tenía en sus manos un perfume y le miraba arrugando de forma leve la nariz haciendo una mueca que le resultó graciosa, lo que hizo que volviera a reírse. -Dicen que esta ciudad es famosa por los perfumes, ¿Te gusta?

-Creo que si. -La pelirroja destapó el frasco y se echó un poco de perfume en la muñeca, lo frotó con la otra mano y después se lo llevó a la nariz para poder olerlo. -Que rico, huele a Lavanda. 

La adolescente extendió su mano para acercarla al rostro del pelinegro, quien se inclinó un poco hacia adelante dejando el cuaderno a un lado. Al oler el perfume no pudo evitar sonreír, pues le agradó aquel aroma dulce, floral y fresco. El pecoso asintió de forma leve con la cabeza y Andaira se hizo hacia atrás mientras se llevaba la muñeca de nuevo a la nariz para poder volver a oler el perfume con una gran sonrisa. 

Mi aventura (One Piece)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora