Escríbele

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Escríbele.

El caso es que te habías acostumbrado. A esa clase de personas de te quieros de usar y tirar, con fecha de caducidad, creo que con código de barras también. No lo sé, porque por lo visto el amor ahora también se puede comprar. Eso sí, te cobran impuestos. Con un par de lágrimas un par de noches, dependiendo de cuánto le creíste, y lo que estabas dispuesta a hacer por esa persona. Supuestamente eran te quieros “para toda la vida”, ¿para toda la vida? Parece que ahora hay obsolescencia programada hasta para el amor.

Y sí, te habías acostumbrado. A no acordarte de nombres, de fechas, de caras. No es que tengas memoria a corto plazo, es que no te interesaba. Total, ellos escuchaban tus quejas como quien oye llover. Si algo no llegaré a comprender es por qué no dicen absolutamente nada. Se quedan callados, silencio sepulcral. Y tu venga a hablar. Pero claro, hay tantas y tantas cosas que te tenías callada que explotaste como una bomba de relojería. Él de vez en cuando hace alguna mueca, se encoje de hombros. Pero te diré algo, la culpa es de los dos. Eso de sacar resentimientos del baúl de los recuerdos y estampárselos en la cara no vale absolutamente de nada. Mejor estámpale una tarta, o una silla, no sé, depende de la situación.

Y te acostumbraste, a que siempre había alguien más guapa, más lista, con las piernas más largas, ¿más abiertas? Y de repente, te asustaste, porque alguien estaba haciendo totalmente lo contrario y no estás dispuesta a que te engañen una vez más. “No me vuelvo a enamorar” oí a una chica de unos 15 años en la parada del autobús. Ojo, se la veía muy convencida.

Y lo compruebas, sí, él es de carne y hueso. Importante. ¿Quién le ha pagado? ¿Por qué se comporta así? Le investigas. Seguramente tenga una ex psicópata. No sé, tiene que haber algún tipo de explicación.

Una pregunta que nos hacemos muy a menudo cuando una persona aparentemente perfecta muestra mucho interés en ti y está soltera es ¿por qué no tiene novia? ¿Por qué no tiene novio? ¿Por qué pasa tanto tiempo con su perro? Algo pasará. Pues no, muchas veces no pasa nada. ¿Pasa algo contigo? ¿Por qué estás soltero? Pues porque la vida es así, unos vienen, otros van. Hay personas que están con su novio desde los 14, lo dejan a los 30 y no hay quien las pare, y otros han estado años de “flor en flor” y de repente, tatachán, conocen a una mujer fabulosa y cambian. ¿Las personas cambian? No, las personas no cambian, maduran. Construyen prioridades.

¿Sabéis cuál es un gran problema? Que estamos obcecadas con que todos los hombres son iguales. Que nos gusten los mismos gilipollas es otra cosa. Porque aquel chico, que te invita al cine, que te lleva a casa, que te recoge borracha, que te hace la cena. Aquel pobre infeliz al que tú llamas “mi mejor amigo” es el mejor partido que vas a encontrar jamás. A lo mejor te das cuenta después de que una docena de chicos que te hayan tratado mal. A lo mejor te agarras a eso de “es que no quiero acabar con la amistad” y quedarte toda la vida pensando qué hubiera pasado. O a lo mejor él, de pronto, se echa novia, y tú te quedas con cara de tonta, porque tal vez sentías algo que no querías reconocer.

No lo sé. Pero estás acojonada ¿Sabes cuando tu madre te dice que hagas algo? Y tú te niegas y te contesta algo así como: TU VERÁS. Un escalofrío te recorre de pies a cabeza y tienes el presentimiento que algo va a salir muy mal. Pues lo mismo te digo, “tu verás”. Porque leí hace un tiempo que estamos tan acostumbrados a te quieros vacíos que cuando tenemos uno de verdad no sabemos qué hacer con él. Apechuga. Juégatela. Haz un poco el ridículo y cúrratelo un poco, que eso de que el hombre tiene que ser el primero en dar el paso y blablá está pasado de moda. ¿No querías al hombre de tu vida? Pues no va a cantarte boleros a tu ventana montado en un corcel blanco. Que eso de la media naranja sólo vale para hacerse zumos, que ni media naranja ni nada. Seguramente seas una manzana y no lo sabes. Déjate de cuentos, de princesas y de príncipes, escríbele, que sabes que está en línea, que lo has mirado cada diez minutos. Escríbele, probablemente la chica de la imagen sea su prima. Escríbele. Te va a contestar y, si no lo hace, la dignidad y la cordura es algo que tarde o temprano tenemos que perder.

Escríbele. Total, el “no” ya lo tienes.

Cicatrizando versosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora