« Cuando llega el otoño »

Capítulo 23

- ¿Y si no quiero que seamos amigos?

- ¿A qué te refieres?

Lilian se acercó lentamente a él.

- Y si deseo ser algo más...

Tom se sonrojó dando un paso atrás sin fijarse que ya no había tierra firme sino un suelo empinado.

- ¡Tom!

Cayó en un segundo que se sintió eterno, rodó cruzandose con dolorosas piedras que causaron moretones y raspones por su cuerpo, para cuando finalmente llegó abajo ya estaba totalmente desecho.

- Mierda. - maldijo bajando hasta él. - ¿Puedes levantarte?

Tom con pesadez intento apoyar sus codos en la tierra sintiendo un terrible ardor en estos. Un quejido salió de su boca y fue suficiente respuesta para Lilian.

- No estubo tan mal. - mintió intentando tranquilizarla-

Lilian negó.

- ¿Tienes algo para curarte?

- No traje nada.

- Bien... - susurró intentando pensar que hacer -

- No te preocupes, solo dame unos minutos y estaré bien.

- ¿Estas seguro?

- Si - afirmó Tom mientras pesadas gotas de lluvia comenzaban a caer -

Tom miro al cielo maldiciendo por comenzar a llover justo en ese momento.

- Si esperamos unos minutos nos mojaremos. - de verdad tenía la mente en blanco, no podría ayudar a Tom a menos que lo... - ¡lo tengo!

- ¿Qué?

- Te cargaré. - indicó mientras lo ayudaba a sentarse. -

- ¡N-no! No podrás.

- Medimos igual y estoy segura de que también pesamos lo mismo, ahora ¡Sube antes de que la lluvia se haga más fuerte!

Tom dudó un segundo observando sus opciones. Nada. Bueno si, tenía una, morir en la lluvia de hipotermia. Lo cual no sonaba tan mal...

- ¡Rápido Tom!

- Sí. - ¡¿Por qué dijo que si?! -

Quejandose por el dolor y su falta de fuerza de voluntad se levantó con ayuda de Lili dando un quejido aún más grande cuando dió un pequeño salto para subir a la espalda de Lilian, se abrazó a su cuerpo temiendo que ella perdiera el equilibrio y cayeran mientras que Lilian sostenía sus piernas para asegurarse de que eso no pasara.

- Ahora que lo pienso, creo que puedo caminar...

- Muy tarde Tom - respondió con una enorme sonrisa -

Lilian comenzó a caminar alado de la elevación buscando un lugar más plano por donde subir.

- Sobre lo de hace rato. - dijo Tom -

- No tienes que decir nada, solo tenía todas las emociones juntas y salió, por favor olvidalo.

- Pero no puedo. Yo...

- Si es que es que no sientes lo mismo esta bien, solo te pido que no lo digas.

- Lili deja de anticipar mi respuesta. - se quejó con un puchero, respiro hondo intentando tomar valor y se abrazó aún más fuerte a la persona que lo sostenía - Lili, t-también me gustas.

Se detuvo. Sus ojos se abrieron mucho mientras esas simples palabras se repetían en su cabeza.

- ¿Qué?