Capítulo 10

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Era ya de noche y la familia Gladwell tenía una cena normal.

— Y entonces la maestra dijo que no podía pintar mi casa de verde porque es color de niño.

— Así son las cosas Alba. — explicó con dulzura —

— Pero mamá, ¡el verde es color del pasto y a mi me gusta el pasto! 

— ¿No prefieres un bonito color amarillo como el sol? Cada vez que hay sol podemos salir a un día de campo o nadar al lago.

— Mmm ¡Si! Ahora me gusta el amarillo.

— ¡A mi también me gusta el amarillo ahora! — exclamó Oliver —

— No, cariño, el amarillo es para las niñas. Tu puedes tener el verde.

—  ¿Todo el verde del mundo? — ironizó Tom —

— ¡Yo quiero tener todo el verde del mundo!

— Oliver, no le hagas caso. Tom solo bromeaba.

— ¿Por qué hablamos de colores? Para empezar — hablo el padre — el amarillo y el verde son colores para todos punto.

— ¡YEY! — festejaron ambos niños —

La madre giro los ojos en un desacuerdo silencioso.

— ¿Tom como te fue en la escuela a ti?

— Bien.

— ¿No ocurrió nada nuevo?

— No mamá.

— ¿Y el trabajo de biología? ¿No saliste hoy en la tarde a hacerlo a la casa de una amiga?

— ¿Una amiga Tom? — sonrió el padre elevando sus cejas en un gesto extraño —

— Uhhh — comenzaron los niños con cantos de ambulancia —

— Termine de cenar ya me voy

— Tom, Tom, como es ella. ¿Nos la vas a presentar pronto?

— David — regaño la madre — lo vas a espantar y luego no traerá a nadie —

— Lo siento cariño pero tenemos que asegurar la descendencia. AUCH — exclamó cuando su esposa lo codeo —

Porque si. Era así de extraño que Tom tuviera amigas o fuera a la casa de una.

Se sintió incómodo por lo que subió a su habitación con rapidez. Estaba cansado de todas maneras. Ser niñero de una hiperactiva chica que se caía a cada rato no era fácil.

En fin, decidió que quería recompensarse un poco antes de dormir. Solo quería observar unos segundos la bonita ropa que se había comprado días atrás.

La tenía escondida detrás de la ropa “normal”, en una caja de zapatos, al abrirla se veia ropa común, pero una vez esta se sacaba podía encontrar sus prendas favoritas.

Sacó unas medias largas negras, iba a dormir con eso, un short y un camiseta extragrande. Podría parecer poco, pero cuando no puedes expresarte todo el tiempo, valoras los pequeños momentos en los que puedes ser tu.

Dejo la ropa sobre su cama y salió a bañarse. Solo serían 10 minutos, no habría mucho problema.

. . .


Alice, la madre de Tom lavaba los platos con ayuda de su esposo en la primera planta.

— ¿Crees que Tom tenga novia? — preguntó el esposo secando los platos —

— Cuando la tenga nos contará.

« Cuando llega el otoño » Donde viven las historias. Descúbrelo ahora