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Aquel día parecía estar diseñado para Rosalind, aunque soleado aún sentías las correntadas heladas del invierno pasado, las plantas parecían colorarse más vivas que nunca y se sentía el olor a jazmín y café recién hecho de las cocinas.
Remus saludó a la pelirroja en cuanto la vió entrar por las puertas del gran comedor, y la invitó a sentarse junto a él en una seña de manos.—Hey.—Sonrió el chico.
—Buen día.—Saludó sonriente, chocó las manos con Peter que comía frente a ellos medio dormido.—¿Como están?
—Bie...
—No dormí en toda la noche por hacer el trabajo de transformaciones y no pude desayunar con Leila como habíamos planeado porque ella también tiene trabajos que hacer.—Murmuró con molestia el más pequeño, interrumpiendo a Remus, mientras masticaba su tostada.—La escuela me tiene consumido.
Remus y Rosalind voltearon a verse divertidos, y cuando Peter vió el cruce de miradas rodó los ojos, exasperado. Aún así, dejó que los enamorados siguieran con su conversación mientras él tomaba un trozo de pastel de cereza y se lo comía prácticamente en segundos.
—¿Hiciste lo de Pociones?—Preguntó Rosalind con curiosidad.
—¿El ensayo de la amortentia? Sí.—Asintió Remus mientras le daba otro sorbo a su chocolate caliente.
—¡¿Había tarea de pociones?!—Aulló Peter.—¡Por Merlin, tengo que irme!
Remus sonrió divertido y le tendió la carpeta de hojas que tenía a un lado suyo.—Cópialo, Colagusano.—Peter asintió efusivamente y corrió lejos de la mesa.—¡Pero cámbiale las palabras, eh!
Rosalind soltó una risa a la vez que Peter cruzaba las puertas del gran comedor. Al otro lado de la mesa, en una de las esquinas Sirius hablaba con James de a susurros.
—¿Que crees que deba hacer?—Preguntó James mientras observaba a Sirius comer salvajemente.
—Bueno, su propia hermana te ha dicho ya que no tienes que cambiar por ella.—Murmuró molesto.—Así que no lo hagas, te vuelves irritante y aburrido cuando ella está cerca.
Y como si alguien la estuviera llamando, Lily entró por las puertas del comedor acompañada por Greta, que cuando vió a Sirius se encaminó a la mesa de Ravenclaw y tomó asiento junto al joven y apuesto Shun Chang.
Lily en cambio se dirigió hasta James sonriente y saludó a ambos chicos.
—¿Me acompañas luego a la biblioteca, James? Necesito terminar el ensayo de estudios muggles.
—¿Estudios muggles? ¿Tienes estudios muggles? ¡Pero si tus padres son muggles!
—¡No seas tonto, Sirius! Es interesante estudiarlos desde el punto de vista mágico.—Contestó Lily, Sirius rodó los ojos.—Como sea, ¿James?
