Our little trip.

3.Intruso Inesperado.

De alguna forma u otra, acabo en una pagina web que habla de la serie que va a hacer Clay, comentan sobre esta, muchos jóvenes dicen que la verán y otros dicen que debería haber más variación de parejas. No se refieren a más parejas LGTBQA+, si no a que haya más problemas amorosos, como triángulos y cosas por el estilo. Además se quejan de que la pareja de Tiago y Eret no es lo que se esperaban. Aparecen fotos de los actores ya confirmados, entre ellos Clay.

Al mirar la hora en el ordenador, me doy cuenta de que he pasado horas delante de la pantalla del ordenador, incluso me duelen los ojos. Así que decido echarme una siesta en mi sofá.

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Me levanto de sofá, todavía siento cansancio, me ha despertado un golpe fuerte, miro a mi alrededor, hay un chaval cerca de mi ordenador y la puerta principal esta abierta. Nos quedamos quietos mirándonos el uno al otro. Él sale corriendo y yo me quedo paralizado.

¿Acaba de entrar un ladrón a mi casa? Me quedo mirando al suelo confuso, con la puerta todavía abierta, me siento en el sofá y me llevo las manos a la cabeza.

-George, ¿ha pasado algo?- pregunta Clay saliendo de su casa.

-Me acaban de entrar a robar mientras dormía...-suspiro intentando calmar mi corazón, me he puesto muy nervioso.

-¿Estas bien? ¿Te ha hecho algo? -pregunta agobiado sentándose a mi lado. 

-Estoy bien, solo ha sido un susto. 

-Explicame que ha pasado-dice acariciando mi espalda.

-Estaba dormido en el sofá, el ladron debió de tirar algo sin querer y me desperté, cuando le vi, salió corriendo por la puerta-digo hechandome sobre el respaldo del sofá.

-Menos mal-suspira. - Voy a ver que tiró.

Se levanta y camina por el departamento.

-Tal vez deberías quedarte unos días conmigo, por si vuelve a intentar robarte-dice recogiendo trozos de un jarrón roto que había en la mesa, como decoración.

-Clay... - digo en tono de advertencia.

-Bueno, solo lo decía como idea.

-Ya te puedes ir a casa, todo esta bien.

-¿Seguro? No me siento bien dejándote solo.

-Estoy bien, solo ha sido un susto.

Al final me hace caso y se va a su departamento, me quedo un rato sentando en el sofá, pensando  en lo que acaba de pasar. Un mensaje de un numero desconocido, me saca de mis pensamientos.

Resulta que es el chico del que hablaba la muchacha de la cafetería. Hablamos por un rato, resulta que se llama Thomas y tiene veintiséis años, o sea dos años más que yo, es abogado. Pasamos horas hablando, hasta que es la hora de la cena, Clay interrumpe en mi casa como si nada. 

-¿Con quien hablas?- me pregunta yendo a la cocina, mientras yo estoy tumbado en el sofá.

-Con un... -pienso en que decir, ¿amigo? ¿chico? Dejémoslo en amigo.- Amigo.

-¿De que lo conoces?

-Bueno, una chica en la cafetería me ha preguntado que si le podía dar mi número para dárselo a él, y no me pareció mal.

-¿Como se llama?- abre a nevera y mira que hay.

-Thomas- leo el ultimo mensaje, en el que dice "Te invitaré a un café, para conocernos", sonrió al leerlo.

-Oye, George- me llama Clay, sin mirarme.

-Dime.

-¿Eres gay?- nos quedamos en silencio un rato.

-¿Y que si lo fuese?- la puerta de la cocina, que esta abierta, deja que vea su espalda. 

-Nada, solo quiero saberlo- dice mientras se encoge de hombros.

-No lo tengo claro- suspiro.

-Vale,- hace una parada y se viene a sentar a mi lado, con un tupper naranja en las manos y, entre los dedos, un tenedor- ¿el tal Thomas, es un ligue o ...?

-Estoy probando con él para asegurarme de una vez- digo mirando el perfil de Clay. 

-Bien, bien... ¿Desde cuando dudas?-pregunta serio.

-Desde hace años. 

-¿Y me lo dices ahora?-me mira sorprendido. 

-Bueno, no pensé que fuese algo necesario, además no hablamos de esas cosas.

-Yo no decía nada de ese tema, porque como siempre te cabreabas de que la gente te preguntase si eres gay- abre el tupper, lleno de restos del arroz tres delicias del otro día. 

-No me hubiese enfadado contigo, sé que eres curioso de naturaleza. 

-George, prométeme que me vas a contar esas cosas, ¿vale?

-Vale, pero tu también lo vas ha hacer- comienza a comer el arroz tres delicias. 

-Okay, por cierto, soy bisexual- dice con la boca llena de comida. 

-Lo suponía-miento. Nunca pensé que seria bisexual, siempre pensé que solo le gustaban las mujeres.

-¿Listo para irnos a plató mañana? - pregunta acercandome el tupper para que pueda comer, luego se levanta y va a la cocina.

-Sí, aunque no sé qué llevar, ni que ponerme.

-No hace falta que lleves cosas, - se sienta otra vez a mi lado, había ido a por otro tenedor- y, en cuanto a ropa, cualquier cosa servirá.

-No se porque, pero estoy nervioso.

-Tranquilo, nadie te va a comer-dice relajado.

Cenamos juntos los restos de arroz tres delicias, él insiste en que duerma en su casa por si vuelven a intentar entrar a robar, yo le vuelvo a decir que no lo necesito. Hablo con Thomas y me duermo.

A la mañana siguiente, a las siete de la mañana Clay llama al timbre de mi departamento.

-Buenos días-dice al abrirle la puerta.

-¿Que?

-En media hora nos vamos.

-Ya me preparo-dejo la puerta abierta y me meto a mi cuarto.

Me pongo una camisa blanca de manga larga, un jersey en gris y con cuello en V, un vaquero negro y unas Vans blancas y negras. De accesorios llevo un anillo y una cadena de plata. Me paso la mano un poco mojada con agua por mi pelo castaño. Salgo de mi cuarto y me reúno con Clay.

El va con una camiseta blanca y unos vaqueros azules, así que supongo que no voy a resaltar mucho.

-Te he ido preparando un café con leche-dice sonriente, no se como tiene tantas ganas por la mañana.

-Gracias-digo, bostezo y me tapo la boca con la mano.

-¿No estarás más cómodo si te remangas un poco las mangas?

-Siempre las llevo así, para que me cubra las manos-digo mirando estas.

-Vale, vas a tener que llevártelo y tomarlo en el camino-dice poniendo el líquido marrón en un termo.

Vamos a su coche, yo con mi café en mano y él con sus gafas de sol, para el poco que hay. Al llegar al plató, es como me lo imaginaba, una discoteca llena de gente y de cámaras, estoy nerviosos y que la gente me mire como si no estuviese en el lugar correcto me pone más nervioso aún.