Capítulo 4

303 37 19
                                    

Un mes ha pasado desde que Mina visita diariamente a su hija para pasar tiempo con ella, ya es común para Sana ver a la mujer rondando por su casa y sentir las tacleadas de Tzuyu en sus piernas cada vez que vuelve del trabajo, no la culpen, ella sólo cree que la mayor podría echar a su mamá una vez más, es su forma de mantenerla segura.

La relación entre Tzuyu y Dahyun también se ha fortalecido, Mina agradece el trabajo que ha hecho en su hija, la mujer claramente tenía capacidades para enseñar y su hija respondía activamente, esperaba que dentro de poco pudiera nivelarse al mismo punto de los niños de su edad, está ansiosa por que lleve una vida normal.

Dahyun cree, por momentos, que una paz extraña se ha instaurado en la casa, pues Sana siempre se controlaría, ella no explotaría en frente de las desconocidas, el incidente de Momo fue el último ocurrido en público, y anteriormente sólo había ocurrido un acontecimiento del mismo tipo, con Chaeyoung.

Pero Dahyun tiene que reconocer y destacar que su esposa, al menos, en frente del resto es bastante controlada, no haría una escena que pusiera en riesgo la libertad que le trajo salir del clan, y con la amplia presencia de Mina y Tzuyu en casa, parece ir controlandolo cada vez mejor.

Al menos mientras ellas están.

Mina salió un momento junto a Tzuyu, en busca de comprar algunos snacks para la menor, y Mina, ya con algo de dinero, deseaba comprarle alguna prenda de ropa. Para Dahyun fue doloroso ver como la paciencia de Sana se marchó en un instante, como si el par se hubiera llevado aquella paz junto a ellas, y se sentía culpable de no poderla mantener.

— ¡De qué demonios hablas, Sana!

— ¡¿Por qué tardas tanto en hacer las compras?! ¡¿Y por qué todo se acaba tan rápido?! ¡¿Acaso está yendo a ver a esa estúpida de nuevo?!

— ¡Sana! ¡Ahora compramos para prácticamente cuatro personas! ¡Alimentamos cuatro bocas! ¡Es lógico!

— ¡No lo parece demasiado para mí!

— ¡¿Por qué desconfías tanto de mí?!

— ¡¿Necesito explicarlo?!

El silencio se instauró nuevamente, claro, Sana no puede volver a confiar, el pasado sigue atormentandola. Dahyun sabe que no puede prometer nada, ni siquiera se siente segura de realizar una promesa que quizás no pueda mantener, y eso también le duele.

Por eso la voz de Jeongyeon vuelve a su cabeza: Necesitan ayuda.

Quiere hacer algo, quiere solucionarlo, no puede exponer a Sana, podría tener una reacción así frente a Mina y Tzuyu, lo cual culminaría en alejarlas. Y Dahyun no quiere eso, menos después de notar como Sana se calma frente a la presencia de la niña.

— Sana, estamos mal — La nombrada la miró con ojos asustados — Necesitamos ayuda — Pero volteó ante esas palabras.

— Cuántas putas veces debo repetirtelo, ¡No la necesitamos!

— ¡No puedes tener berrinches así de violentos pasados los 30 años!

— ¡¿Tú no me has intentado atacar?!

— ¡Tampoco soy la mejor! — Dijo Dahyun golpeando su propio pecho — Pero quiero ayuda, no quiero perderte — Sólo silencio — Sana, es por nosotras, hazlo por nosotras

— No lo quiero

— Entonces hazlo por mí — La mayor volteó la vista — ¿Acaso ya no me amas? — Dijo con dolor Dahyun — ¿Por qué merezco siempre ver tu peor faceta y aguantar lo peor de ti?

— Hago lo mismo contigo y nunca me he quejado

— ¡Pero yo quiero detenerme! ¡Tú no, Sana! ¡Tú no! — Se alteraba nuevamente — ¡Las conoces desde hace poco más de dos meses y te adoran! — La mayor volvió a fijar la vista en su esposa — ¡¿Te querrían igual si vieran como te comportas cuando estás conmigo?!

— De qué mierda estás habland-

— ¡Por qué a ellas les muestras lo mejor de ti! ¡Por qué no a mí! ¡Por qué no puedes hacer un esfuerzo por mí!

— He hecho suficientes esfuerzos contigo, te lo repito, ¡No necesitamos ayuda! ¡Y si esa frase sale de tu boca una vez más te juro que-

— ¡¿Qué?! ¡¿Me golpearás como a Momo?! ¡¿Como a Chaeyoung?!

— ¡No vuelvas a decir su nomb-

Sana se calló de inmediato, porque los golpes brutos en la puerta y un pequeño grito de Tzuyu les indicó que habían vuelto. Dahyun presenció con horror y egoismo el cambio en el rostro de su esposa, como se relajaba y se iba en dirección a la puerta para dejarlas entrar, con la facilidad de reprimir todo lo que corría por su mente para dar confianza a Tzuyu.

No lo soportó, se fue al baño antes de poder ser vista, ella no tiene la misma capacidad de su esposa para no dejarse ir, para bloquearse. Sus ojos picaban con lágrimas, saludó como pudo a la pequeña antes de excusarse al baño.

Pero antes de abandonar la sala, notó como Sana le regaló una sonrisa a Mina.

Hurts: It still hurts! - Saida/2naWhere stories live. Discover now