Cap 37

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Selena llegó a su casa. El taxi había dejado a María de nuevo en la escuela pero Selena  había decidido irse a casa. Quería ver a Dylan pero no se sentía lista para escuchar a Dylan decir  que estaba de novio con Nicole; Así que hizo lo único que podía hacer. Ir a trabajar.

Se vistió como siempre lo había hecho, sus ropas negras y unos tacones no muy altos de color plateado. Tomó su celular y lo guardó en su bolsa de mano.

Llegó a su trabajo y se fue a la barra. Monie, Emma y Leila bailaban sobre el pequeño escenario circular que se encontraba cerca de unos sillones de cuero negro. El cabaret lucía en su máximo esplendor, habían muchos clientes; algunos en trajes formales y otros con ropa más casual.

—Un brandy doble por favor, Hermosa.—dijo un hombre de mediana edad, se sentó en una silla y esperó pacientemente a que Broke terminará de llenar la copa.

—Aquí tiene.—Broke puso la copa frente al hombre, él no movió su vista de ella.

—¿Por qué no estas allá arriba?—preguntó con voz ronca. Él era más grande de lo que Broke había pensado, tal vez unos 40.

—Yo no bailo, solo soy la bartender.—Broke se movió incómoda y comenzó a limpiar la barra para salir de la vista de aquel hombre. Fingió acomodar algunas cosas y botellas de vidrio.

—Es una pena, una escultural mujer como tú podría hacerlo mejor que ellas.—Selena solo sonrió de agradecimiento y continuó su trabajo.

—Dime, ¿Cual es tu nombre?—ella dijo "Broke" —Hermoso. ¿Por qué no vienes conmigo? El cuarto 2 es mi reservado.

—Lo siento, no puedo.—Broke quería salir de ahí. El hecho de pensar en tener relaciones con alguien que no fuera Dylan le daba náuseas.

—No sabía que aquí tengo que reservar para tener sexo con alguien. Vamos te la pasarás increíble.—él se mordió el labio.

—No, lo siento.—ella negó con la cabeza y limpió la barra con más fuerza. Se estaba molestando pero no podía ser grosera con aquel señor, Madre podría perder un cliente.

—Te llevaré a lugares que nunca te han llevado. Solo ven conmigo vamos...

—La señorita a dicho que no.—una voz educada dijo detrás de el señor. Broke alzó la vista y vio a Dan con un perfecto saco gris y una playera blanca debajo,  se veía muy joven. Ella dejó de limpiar y se ruborizó. Se sentía estúpida por como él podía hacerla sentir así, pero no podía evitarlo. Básicamente, él era su jefe y eso la reprimía.

El señor se levantó de su butaca y miró a Broke.

—Siento molestarla, señorita. No sabía que había que reservarla antes.—el señor lanzó una mirada a Dan y se fue. Broke se relajó un poco hasta que recordó que Dan estaba frente a ella.

—Gracias, Dan.

—De nada. No le culpó por caer ante tus encantos.—Broke sonrió.

—¿Quiere alguna bebida?

—Dos martinis , preciosa.—Broke así lo hizo. Le sirvió los dos y Dan acercó uno para ella.

—No creo que sea correcto beber en mi trabajo.—dijo en modo de disculpa.

—Pero no estas en tu trabajo. Ella llegó aquí para cubrirte.—Broke giró y se encontró a Shaine que estaba haciendo preparados y le sonrió. Broke miró hacia la oficina de Madre y la vio parada y le hizo un saludo.—No te preocupes por Alejandra, ella ya sabe que nos vamos.

—¿Nos vamos?—preguntó Broke.

—Si, preciosa.—Dan se levantó y le tendió la mano y la ayudó a salir de la barra. La llevó a su auto y le abrió la puerta. Un caballero como siempre.

La Pro$tituta #TerminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora