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Langa Hasegawa no es un chico común más vive su día a día sin causar muchos problemas. Realmente no tiene muchos amigos era lo que la gente llama solitario pero eso no le molesta para nada. El silencio es hermoso y preciado un montón para hablar contigo mismo y concerté bien.
El silencio fue su mayor apoyo cuando su padre murió y también cuando se mudo por el dolor de su madre fue tanto que no podía seguir viviendo en Canadá y la realidad era que Langa en el fondo tampoco.

Japón no era un mal lugar sólo que Langa sentía que no era su lugar además de que la mayoría del tiempo estaba en japon por sus estudios de su enfermedad. Hanahaki. Lo había tenido desde que nació y su familia siempre tuvo miedo a que algo le pasara por lo que eran algo secos con el y lo entendía a la perfección. El único que parecía en verdad quererlo era su padre que durante años lo estuvo tratando como a cualquier niño hasta que su mismo padre que le sonreía todos los días y le decía que lo amaba murió.

Eso rompió el corazón de Langa y el de su madre la cual jamás culpo a su hijo pero si necesito tiempo sola. Pasaron semanas en las que la casa de los Hasegawa se sentía vacía y muerta. Un día su madre salió de su habitación aún tenía el maquillaje estropeado por llorar pero con su mejor voz de <<estoy completamente bien>> le dijo a su hijo que se mudarian y dicho y hecho en menos de un mes ya tenían todo empecado en cajas. Viajaron en avión y luego en coche en silencio interrumpido a veces por preguntas básicas de parte de su madre. Ella en verdad amaba a Langa era su hijo pero también quería que viviera más de lo que los doctores decían por lo que no podía demostrarle cuánto lo amaba y por lo que supo fue que su hijo la quería pero no la amaba.

La casa donde llegaron era pequeña pero suficiente espaciosa para dos personas. Dos recamaras con baño, una sala de televisión, un comedor, una cócina y un pequeño patio. Era perfecto acomodaron todo tan rápido que Langa no supo en qué momento ya habían acabado y estaban en el hospital de la ciudad. Japón era conocido por sus múltiples tratamientos en todo tipo de enfermedades y hubo una noticia de que casi lograban encontrar una cura realista del Hanahaki por lo que la madre de Langa fue allí a que ayudarán a su hijo.

Los doctores explicaron lo que ella sabía desde hace años que su hijo podría morir si amaba a alguien ya que su Hanahaki parecía funcionar de manera diferente y que las soluciones eran más reducida :
1) hacerle una operación al paciente pero con el consentimiento de que los sentimientos por la otra persona serían eliminados y había una posibilidad que en el caso de su hijo olvidara la existencia de a quien amo.
2) muerte, también estaba la opción de simplemente dejar que las flores llenarán sus pulmones por completo.
3) que su enamoramiento pase por si sólo que era la mejor de las tres opciones salvandose el ante todo.

Si madre agradeció la información pero a la vez pidió más estudios y que ayudarán a su hijo a vivir como cualquier otro chico de 16 años. Así que los últimos años de su vida en Japón consistieron en ir al hospital y hacerse estudios, volver a su casa y estudiar, hacer alguna otra actividad y dormir mucho dormir era lo que Langa hacia más.

Era su primer año de preparatoria por lo que era el más "importante" según su madre por lo que con autorización de los doctores le dieron el permiso a Langa de asistir a una escuela si es que lo deseaba y Langa no lo deseaba pero su madre quería que al menos hiciera amigos o que pudiera tener una preparatoria como el de todo el mundo y no solo en su casa estudiando, disfrutar la juventud y de los días de escuela. Si quiera que viera a otros niños de vez en cuando o que fuera a eventos de ridículos como los partidos y espectáculos de preparatoria. Aunque Langa no quisiera aceptó por qué quería a su madre.

Y haci es como Langa Hasegawa iría a la escuela el día de mañana por primera vez en toda su vida.

Si todo saldría bien.

Paper Rings (Renga)Where stories live. Discover now