Matrimonio (Editando)

°Capítulo 019°

Anucio importante: Esta historia esta siendo cambiada en algunos aspectos, y si no entiendes algunas cosas, es por que voy poco a poco, espero que puedan entenderlo. Cualquier idea es aceptada o comentario)

***

Nos encontrabamos ya en Miami. El viaje de negocios a Cánada fue un poco estresante a la hora de ir a la empresa. No estaba muy acostumbrada a el ajetreo de lo que es dirigí una empresa y además, varias personas me reconocieron a ser la esposa de Andrés y me hicieron preguntas de si estaba con él solo por el dinero, a lo que clara mente contesté no, cuando en realidad era así.

Los padres de Andrés nos invitaron a comer en su casa. Por lo cúal, Andrés y yo aceptamos. Hablando del ogro, estaba peor que nunca, las naúseas y vómitos iban de mal en peor, siempre estaba en el baño cuando lo iba a ver y a este punto, estabamos considerando la idea de ir a el hospital, pero Don Ogro no quería ir, decía que no era nesesario.

En mitad de cena, Andrés se levanto por milesíma vez de la mesa para ir al baño. Su madre me miró un poco confundida.

-¿Que le pasa a Andrés?

-La verdad no se, lleva así desde el viaje a Canadá- conteste su pregunta.

Ella me observa confundida y luego ve por donde se fue su hijo hace unos minutos. Se quedó callada por un momento y Andrés llegó.

-Creo que es mejor que no coma- dice Andrés y hecha a un lado la comida.

A este punto, su padre lo observaba raro.

-Catherine y yo iremos a la farmacia- dice la madre de Andrés.

¿Eh?

-¿A la farmacia?- susurro, extrañada.

-¿Te sientes bien querida? - pregunta, su padre a mi.

- Tiene dolor de cabeza, ya nos vamos- dice ella y asentí indecisa.

Le di una mirada a Andrés quién me miraba extrañado cuando salimos. Nos dirijimos hacia al auto y cuando estuvimos dentro de este y el chófer ya había arrancado el auto, la miré dudosa.

-Señora Miller ¿qué hace?- pregunté.

-Tengo una idea, pero primero nesesito que me contestes una cosa- asentí.

-Claro, dígame- digo extrañada.

Por su cara, supe ya lo que iba a preguntar y... ¡Dios, que pena!

- ¿Mi hijo y tú han tenido intimidad?- pregunta y abrí os ojos como platos.

-Señora yo...- no puedo terminar de decir.

- ¿Si o no? -encarna una ceja.

Que tono...

-Es una larga historia- ella sonríe.

-Iremos a por una prueba en la farmacia, nesesitamos saber si estas embarazada ¿no? - me dice y asentí dudosa.

-Pero, no he tenido síntomas ni nada- mencioné.

-A veces es el padre quien tiene los síntomas y la madre- dice ella.

Al poco de unos minutos de silencio, llegamos a la farmacia. Por primera vez en mi vida, no supe como sentirme. ¿Estaba embarazada? Pero si siempre nos habíamos protegido, bueno, las únicas dos veces... oh, ¡Oh, no, no, no! ¿No me digas que? ¿En el cumpleaños de Andrés? No, no, era muy pronto, a penas habían pasado días, era imposible. 

Cuando estuvimos por primera vez creo que nos protegimos, ¿o no?

¡Dios! ¿Qué estrés!

-Aqui están- dice su madre y camino con ella a donde está la caja.