°Capitulo 06°

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(Anucio importante: Esta historia esta siendo cambiada en algunos aspectos, y si no entiendes algunas cosas, es por que voy poco a poco, espero que puedan entenderlo. Cualquier idea es aceptada o comentario)

Andrés entró como una furia en mi oficina y yo sin saber nada de su enojo, me levanto del escritorio. ¿Ahora que le pico? Tenía una expresión seria en su rostro como si yo hubiera hecho algo, así que encarne una ceja, enojada.

- ¿Acaso no aprendiste a tocar? -me enojo, pero, este hombre parece que fue criado por piedras y no por sus padres.

- ¿A QUE VINO MI ABUELO AQUI? -me suelta encima...

¿Ah...? ¿Está todo bien?

-Solo vino a decirme que un aprendiz estaría a mi cargo ya que mi querido esposo le aterra-casi decía que era un ogro.

Definitivamente no estaba bien, psicóloga mente.

-Bien, no te quiero cerca de ningún hombre más... ¿Escuchaste? -dice ya que no respondo.

¿Escuché bien? ¡Posesivo!

-No puedes...-me interrumpe.

-Puedo, como también con una llamada puedo dejar a tus padres en la ruina-es un desgraciado.

Mis ojos empezaron a aguarse y sin más salgo de la oficina y me voy al ascensor. Ya estaba realmente harta de esta situación, ya no quería tener que soportar esto un día más. Quería que acabará. Y aunque parecía estúpido, no quería seguir con esto.

- ¡Catherine! -dice Andrés, pero ya yo entre en el ascensor.

Estaba tan molesta con él, era un completo idiota, el hombre con quien me casé es un idiota un imbécil... ¡Y yo era una idiota también!

Limpie las lágrimas que tenía al bajar del ascensor, muchas personas me miraban y otras solo susurraban. Sali de la empresa, me monté en el auto, el chófer no dijo nada y se montó en el auto.

- Se que no es de mi incumbencia, pero ¿se encuentra bien? -dice él y mis ojos otra vez están aguados.

-Él es un idiota, no lo soportó ya-digo y él me mira extrañado como si no conociera a quien le paga.

- ¿Habla del Señor Miller? -dice él y asisto.

-Él puede ser tan idiota a veces-digo-llévame a un bar cerca de aquí ¿sí? -digo y el asiente dudoso, pues el ogro tiene todo a su control a excepción.

***

-Dame algo suave-digo al cantinero.

- ¿Tiene tarjeta de identificación? - ¿acaso necesito una?, tengo 23 años... ¡Arg!

Saco la tarjeta de identificación y se la doy. Él se queda viendo la identificación unos segundos mientras me veía de reojo. De pronto se me quedó viendo.

- ¿Es la esposa del Señor Miller? -dice él y solo me limito a asistir.

-En ese caso, la casa invita-dice él y niego con la cabeza.

- ¡No es necesario! -digo apenada y se notaba que mis ojos estaban aguados.

-Tome-dice el cantinero dándome un wiski- se sentirá mejor.

-Gracias-digo dándole el dinero a el cantinero-Quédese con el cambio-digo y él asiente.

No mucho después de tragos y platicar con el cantinero, me fui a la casa, estaba cansada solo quería bañarme y acostarme, Isabella estaba en casa y ella me podía ayudar por todo lo que estaba pasando. Además, estaba ebria.

Matrimonio (Editando)Where stories live. Discover now