—¿Lo puedo tocar? ¿Como se llama? ¿Es macho o hembra? ¿Cuantos años tiene?—me atiborra de preguntas con una sonrisa en la cara.

—Primero comes y después hacer lo que quieras—le advertí.

—Pero, es muy lindo... o linda.

—Nadie a dicho lo contrario, ¿Qué quieres comer?

—¿Tienes chocolate?

¿Quién coño come chocolate a las tres de la mañana?

—No

—¡¿Qué?! ¿Por qué no tienes chocolate en tu casa? ¿Que comes entonces?—Me pregunta indignada.

—Comida—le respondí con sarcasmo—¿Quieres cereales?

Lo pensó por un momento y me dio un:
«Mhm...Vale» como respuesta final.

Llené un vaso con cereales y leche, lo puse en la mesa y se lo ofrecí. En menos de cinco minutos no quedaba nada en el.

—¿Ya puedo acariciarlo?—me pregunta con desesperación, señalando al perro.

Asentí con la cabeza, y no dudó ni un segundo en lanzarse a tocar al pobre animal.

Le besa, lo carga, le dice lo bonito que es, le hace cosquillas en el estómago. Y lo peor es que a mi perro le gusta. No pude evitar mirarlo mal.

—No me dijiste cómo se llama, y tampoco cuántos años tiene—me reclama Jessica.

—Se llama Thor, y tiene cinco meses.

—¿Como se llama su raza? ¿Lo adoptaste? O...

—¿Te he dicho que haces muchas preguntas?—le dije a al chica, la cual negó con la cabeza y empezó a reírse porque Thor esta haciendo unas vuelta raras en el suelo—Me lo regalo mi padre por mi cumpleaños y la raza es Cavalier King Charles spaniel.

¿Qué puto perturbado le puso ese nombre tan largo?

—Y se llama Thor ¿Por qué te gustan los Avengers? Marvel en general o ¿Por la mitología nórdica?— pregunta con curiosidad, mientras acaricia al perro.

—Marvel en general—conteste con obviedad—¿Nos vamos a dormir ya? o ¿Vas a dormir en la cama del perro?—la miré de reojo mientras subía las escaleras.

—Sinceramente es una pregunta difícil. Enserio, piénsalo—me dice ella— ¿Semidiós o Dios nórdico?—Se pregunto a si misma mientras balanceaba sus manos.

La ignoré y me fui directamente a la habitación, me tiré a un lado de la cama y empece a mirar el móvil mientras Jessica se dignaba a subir.

—¿Me regalas a Thor?—pregunta Jessica cuando entra en la habitación.

—No—respondí con obviedad—¿Por qué estabas llorando en la fiesta?—cambie de tema.

Hay un momento de silencio.

—Mhm...—piensa—Suma palabras provenientes de una idiota, más estar ebria, más un casi ataque de ansiedad.—dijo ella entre risas—Lo sé, lo sé, patético, muy patético.

—¿Que te dijo?—pregunté serio.

—¿En pocas palabras? Asesina—se acuesta mirando el techo.

No sé qué decir. Tomarlo como sarcasmo porque esta medio ebria, o tomarlo enserio.

—¿Y es verdad?—es lo único que sale de mi boca.

—No sé ni porque te voy a contar esto.

Cierra los ojos y resopla. Pasa las palmas de sus manos por su pelo y piensa.

ÉL Y YO Where stories live. Discover now