♡Capítulo 17♡

95 17 57
                                    

Austin.

Ya estoy aquí. —Le escribo y guardo mi celular.

Elevo mi vista hacia arriba y me concentro en el triste cielo, hoy nos dijeron que íbamos a tener lluvias pero aun así decidí salir.

Tengo un presentimiento que lo que pasará no será nada bueno, y como si fuese cosa del destino el cielo se encuentra como estoy yo por dentro.

Relámpagos suenan y las nubes cada vez se vuelven más grisáceas, ¿quién lo diría? A diferencia de mí, cada relámpago es como una punzada en mi interior y el hecho de que el cielo se vuelva más oscuro pues aumenta mis ganas de querer hundirme en la tristeza.

Mi vida se ha convertido en un caos total y temo no poder ser lo suficientemente fuerte.

Saco mi celular otra vez y marco un número.

Suena varias veces hasta que por fin contesta.

Hijo mío. —Su cálida voz calma un poco la tormenta que está dentro de mí.

—¿Cómo estás, mamá? —inquiero preocupado.

Estoy bien, tu hermana vino a verme y me dejó todo preparado. —Escucho que toce un poco y comienzo a arrepentirme de haber venido.

—Yo debería de estar ahí, lo lamento mamá. —Suspiro mientras la culpabilidad se abre paso en mí.

Deja de decir eso, tú resuelve tus cosas, cielo.

—Pero tú eres más importante.

—Pero tú debes de ser feliz.

Siento como mis ojos pican y parpadeo repetidas veces, no es momento de ponerme sentimental. ¿Pero cómo evitarlo? Eso es lo único que ella siempre ha querido para mí: Que sea feliz y justo ahora no sé si puedo lograrlo.

No es que no lo sea, sino que quiero compartir eso con la chica que a mi entender vale la pena luchar.

Me paso la mano por el rostro y veo a lo lejos como la persona con la que me encontraré se acerca.

—Mamá debo irme, más tarde te llamaré. Cualquier cosa me avisas lo más pronto posible. Te amo. —Me despido y sin darle tiempo a responder corto la llamada.

Respiro profundo y espero paciente a que se acerque. Me es inevitable no sentir como mi corazón se acelera por su cercanía, poco a poco me estoy acostumbrando a esto.

Veo duda, miedo y nerviosismo cruzar por su rostro, vaya, parece que alguien ya sabe que me informaron sobre todo.

Pero me siento confundido, ¿qué gana con decirme una cosa sabiendo que no es así?, ¿con qué motivo lo dijo?

Me quedo en silencio cuando por fin está frente a mí, puedo oler su exquisito perfume y apreciar lo hermosa que se ve. Su piel morena resalta por el color beige de su conjunto ejecutivo, parece toda una licenciada.

—Y bueno, aquí estamos. —Es lo primero que dice sin apartar sus ojos de los míos.

—Pero no por mucho. —Me encojo de hombros—. Quiero irme lo más pronto posible de aquí.

Observo a mí alrededor y veo como el parque se ha quedado un poco solitario, no es para menos ya que casi empezará a llover.

—¿Qué quieres decir? —pregunta y frunce su ceño.

—A que vayas al punto, Vanessa.

—Bien. —Juega con sus manos y aparta la mirada de mí—. Hace unos días me encontré con Erick y me dijo que habían hablado.

Tan solo una mirada ✅ [TST. Libro #1]Where stories live. Discover now